UNICON · UNIQUE ART CONDOMS · consiste en unos envoltorios de preservativos pintados a mano.
Desde el comienzo de la humanidad, el ser humano ha coloreado su vida con actos incongruentes, a veces necesarios; otras, simplemente fortuitos, fruto de una naturaleza racional y, a la vez, espontánea e instintiva, pasional y palpitante… viva, escasamente utilitarista.
¿Por qué comprar un preservativo que no se puede utilizar? Habitualmente se trata de un producto de usar y tirar, un souvenir efímero que nos recuerda un espacio de tiempo dedicado al placer, aderezado de otros muchos sentimientos: amor verdadero, cariño, pasión, egoísmo, lujuria, culpabilidad… que se tiran a la basura lo antes posible, como si quemaran en la mano, una vez ha finalizado el acto sexual.
Sin embargo, en UNICON no nos desprendemos de toda esa colección de emociones. Permanecen ancladas al pedazo de plástico que envuelve el preservativo y representan todas esas noches que hemos disfrutado y que queremos guardar en la memoria. Noches que quizá no fueron de usar y tirar… o sí, pero se cuajaron de momentos especiales que no deseamos olvidar.
Quizás sea el momento de no dar al condón su uso habitual. No usarlo y desecharlo de nuestras vidas. Puede ser el momento de atesorar una pieza que, al ser observada, nos recuerde un valor personal o compartido. Una imagen, una sensación que ahora no desaparece.
1 comentario
Andrea Perissinotto
UNICON · UNIQUE ART CONDOMS · consiste en unos envoltorios de preservativos pintados a mano.
Desde el comienzo de la humanidad, el ser humano ha coloreado su vida con actos incongruentes, a veces necesarios; otras, simplemente fortuitos, fruto de una naturaleza racional y, a la vez, espontánea e instintiva, pasional y palpitante… viva, escasamente utilitarista.
¿Por qué comprar un preservativo que no se puede utilizar? Habitualmente se trata de un producto de usar y tirar, un souvenir efímero que nos recuerda un espacio de tiempo dedicado al placer, aderezado de otros muchos sentimientos: amor verdadero, cariño, pasión, egoísmo, lujuria, culpabilidad… que se tiran a la basura lo antes posible, como si quemaran en la mano, una vez ha finalizado el acto sexual.
Sin embargo, en UNICON no nos desprendemos de toda esa colección de emociones. Permanecen ancladas al pedazo de plástico que envuelve el preservativo y representan todas esas noches que hemos disfrutado y que queremos guardar en la memoria. Noches que quizá no fueron de usar y tirar… o sí, pero se cuajaron de momentos especiales que no deseamos olvidar.
Quizás sea el momento de no dar al condón su uso habitual. No usarlo y desecharlo de nuestras vidas. Puede ser el momento de atesorar una pieza que, al ser observada, nos recuerde un valor personal o compartido. Una imagen, una sensación que ahora no desaparece.
http://andreaperissinotto.com/26_esp_UNICON.html
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