Mi Proyecto del curso: Introducción al storytelling personal

Hace unos meses decidí dejar mi trabajo en una multinacional, el típico trabajo de muchas horas, mucha responsabilidad y mucho estrés, para dedicarme a hacer fisioterapia para caballos. Este cambio de vida a menudo sorprende cuando lo explico a gente conocida (o no). ¿Cómo llega una persona a dar este salto tan radical?
Pues por un conjunto de factores. Evidentemente, mi fascinación por los caballos desde pequeña ha sido un factor clave, pero realmente el punto determinante fue un accidente muy grave de coche que sufrí hace 12 años y del que salí con lesiones permanentes en una rodilla. Durante muchos años estuve luchando con un dolor constante y punzante que condicionaba mi vida totalmente, buscando sin parar alternativas y tratamientos para encontrar una solución.

Un día vi anunciado un curso de coaching con caballos y en aquel entonces, sin saber siquiera lo que era eso, me apunté, pensando que así podría estar con los caballos aunque no pudiera montar. Aquel día, lo primero que nos pidieron al grupo fue que entráramos en el espacio de los caballos y que en silencio, nos pusiéramos donde quisiéramos dentro de aquel espacio. Recuerdo que los caballos se acercaron a nosotros y que hubo dos caballos blancos que vinieron directamente hacia mí trotando y se pararon en seco delante mío, mirándome directamente. Me acuerdo de haberme quedado mirándolos sorprendida y algo intimidada por aquella reacción no muy habitual en los caballos, pero la sensación que tuve fue de que me estaban diciendo: despierta!!

A raíz de las experiencias vividas aquel día empecé a buscar como volver a tener contacto con los caballos. Entre otras actividades, decidí apuntarme a un curso de equinoterapia, que es terapia para personas usando a los caballos, que me pareció muy interesante. No obstante, cuando hice las prácticas del curso, me dí cuenta de que los caballos después de hacer su trabajo de "terapeuta" no tenían opción de descargar tensiones y que acumulaban también tensiones físicas y emocionales. A raíz de esto empecé a buscar unos estudios dedicados a tratar a los caballos mismos, hasta que dí con la certificación que acabé estudiando, ya que me di cuenta que me quería dedicar a eso, precisamente.

Curiosamente, al poco tiempo de tomar la decisión de realizar esos estudios, esta certificación, mi fisio y mi traumatólogo dieron con el problema que me impedía mejorar en mi rodilla, me operaron y mi dolor constante y punzante, desapareció, cambiando mi vida por completo.

Mi motivación sigue siendo mi pasión por los caballos y que puedan vivir sin lesiones y sin dolor, porque sé de primera mano lo que es vivir así y que parezca que nadie se de cuenta o pueda ayudarte. Así pues creo que mi propia experiencia vivida ha influido mucho en como yo me dedico a tratar a los caballos, desde el respeto por la consciencia que supone haber estado en esa situación.