Mi Proyecto del curso: Técnicas narrativas para libros infantiles

En la boca

En los últimos días me han salido muchas heridas en la boca. Tengo agujeros en mis mejillas, por dentro, se sienten bultos y huecos, además al comer las muerdo
¡Ay ay ay! Duele.

Las veo en el espejo y tienen un fondo blanco. ¿Será que dentro, muy dentro, la carne es blanca?

Mamá dice que se llaman naftas. Suena a la tía Martha y son igual de fastidiosas, juegan con mis mejillas hasta que duelen.

Ayer en la cena el jugo era de lulo, al tomar el primer sorbo mi pobre lengua tembló.Corrí al espejo y ahí estaban, más heridas. Mi lengua tenía puntos rojos.

Mamá, mi lennuaa. Mi lengua.
Seguro te mordiste.
No.

Esto es extraño.

Recordé mis visitas al odontólogo. Aunque es un lugar de terror para muchos, incluso a veces para mi, el doctor Far Far no es malo. Intenta que siempre me sienta bien por ello me deja jugar con alguno de sus utensilios y yo entiendo lo que es ser un odontólogo. Uno tiene el poder de encontrar criaturas que lastiman la boca de las personas y alejarlas de allí con agua a chorros delgados y fuertes, con un garfio de pirata raquítico y encogido, además uno sabe y recomienda para evitar próximas invasiones, que el cepillado debe ser diario, ni muy rápido ni muy tortuga, como un explorador pero sin excavar, como un arqueólogo. Por supuesto, no olviden el hilo dental.

Uno de los utensilios con los que jugaba era un espejo pequeño, dispuesto para ver diente por diente como si fueran gigantes, parecía un cepillo pero sin escoba, en cambio estaba el espejo. Esta era la herramienta que necesitaba para explorar mi boca y encontrar el culpable de mis heridas. Pero no la tenía y mi próxima cita con el doctor Far Far aún no tenía fecha.

Pensé y pensé. Di vueltas en la cama, de un lado al otro, puse los pies en la almohada luego la cabeza.

¡La lupa!, la lupa de papá, frente a un espejo puede que funcione. Es grande pero seguro tiene más aumento que el espejo-cepillo del doctor Far Far.

Lo intentare. Mira conmigo.

Nada a la derecha, en los dientes de arriba¿En los de abajo? Tampoco. En la lengua
a a a

Nada. Izquierda. Ahí entre las muelas.

¡Ay ay ay! Algo me chuza.

Paso mi lengua. Siento pelitos.

¡Ay ay ay! Qué asco.

Intentemos enfocar la lupa. ¿Puedes verlo?

¡Ay ay ay! Es un perezoso entre mis dientes. Tiene las uñas demasiado largas.

Ay pero mirale su carita.

Está bien. Solo le pediré al doctor Far Far que corte tus uñas un poquito.

Subo otro de los cuentos que escribí con la imagen de los dados...No soy muy buena con el tema de la ilustración así que dejaré esta labor a alguien más cuando llegue el momento. Cuando termine los cuentos que me he propuesto. Gracias por este taller fue de mucha ayuda para orientarme un poco.