Marionetas

No somos personas.
Somos marionetas. Marionetas de una sociedad que naufraga a cada paso que da. Sociedad, que busca un orden, sin dejarnos ser del todo.
Somos marionetas de nuestros sentidos, de lo que queremos tener, de lo que amamos, marionetas de lo que nos falta.
Somos marionetas de nuestros sentimientos, que enredan nuestras cuerdas en el corazón con la esperanza de presionarlo tanto que o muera de amor o muera ahorcado.
Somos marionetas de la educación que se nos dio de niños, de cómo tenemos que ser, comportarnos, vestir, hablar...para ser aceptados aunque no nos acepte el reflejo que nos vomita el espejo cuando nos miramos.
Somos marionetas de la religión, de la ética de cada uno. Del saber estar, del saber "ser" como si el hecho de ser uno mismo, tuviese que aprenderse.
Marionetas vacías, en busca de hilos nuevos en los que enredarse y originar un huracán. Cómo si fuese posible.
Somos marionetas sin rumbo, que vagan creyéndose personas por un mundo donde no quieren estar, donde no son ellos, donde necesitan máscaras.
Un mundo de marionetas.