Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y éstos tenían el color mismo del mar, la cualidad de transmitir tranquilidad y paz. Como el alma, con su profunda inmensidad.
Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y éstos tenían el color mismo del mar, la cualidad de transmitir tranquilidad y paz. Como el alma, con su profunda inmensidad.
Grasias por tu atención y dedicación en mi trabajo.
Usamos Cookies y otras tecnologías propias y de terceros para hacer funcionar de manera correcta y segura nuestra página web y personalizar su contenido. También las utilizamos para analizar la navegación de los usuarios y poder ajustar la publicidad a sus gustos y preferencias. Política de Cookies.
Un comentario
vanesabenavent
Todo en él era viejo, salvo sus ojos; y éstos tenían el color mismo del mar, la cualidad de transmitir tranquilidad y paz. Como el alma, con su profunda inmensidad.
Grasias por tu atención y dedicación en mi trabajo.
Entra o crea tu cuenta para comentar