AFTER — LIFE 2015

Pensar en la fenomenología de una post-naturaleza es algo que se desplaza entre los ámbitos de las consecuencias medioambientales de la actualidad, desde un punto de vista que correlaciona las conexiones entre el impacto de la actividad humana1, la ecología, la geología, la política2 y el tiempo. Además, la materialización de una naturaleza hibridada tiene lugar desde la concepción de modelos generados y descargados desde el ámbito de lo digital, integrados en el skyline de las economías emergentes3 como si se tratase de un reemplazo asistido tecnológicamente.

Es desde la proyección de modelos poco favorables arrojados por estos escenarios que la propuesta del proyecto AFTER — LIFE 2015 aborda la posibilidad de concebir una naturaleza que es otra, planteada desde los linderos entre la ciencia y la ficción. Una post-naturaleza que se desarrolla a partir de una serie de imágenes, las cuales componen la integración secuenciada de una geografía que se vuelve protagonista de su propia conformación evolutiva, desplegando fragmentos continuos que en su conjunto, remiten a la condición de la naturaleza por sí misma, emancipada del signo de lo humano y desplegada como tal entre las diversas intensidades de caos y tensión, de escala entre acontecimientos y de proximidad y lejanía. En suma, una metanarrativa que aborda la contingencia de un futuro posible.

1. El Capitaloceno es definido como un sistema político-económico que no posee límite alguno, donde la vida en general y el planeta mismo son vistos como meros recursos..
2. El Protocolo de Kioto forma parte de la Convención de la ONU sobre el cambio climático, es un acuerdo internacional que tiene por objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que causan el calentamiento global. Gobiernos y empresas han sido capaces de convertir el Protocolo en un mercado especulativo, donde se compran y venden derechos de emisión.
3. La naturaleza está simulada en "The Gardens by the Bay", una infraestructura erigida en Singapur, consistente en jardines verticales modelados como árboles de hasta 50 metros de altura que recopilan energía solar y eólica.

Texto: Francisco Benitez