Colaboracion en LaDupla
por Roberto Herrera Galvez @roovertblacksmith
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-Buenos días mi amor– la persiana, como todas las mañanas dejaba pasar el hilo de luz, el sonido del 38 parando bajo la ventana, el semáforo avisando que podéis cruzar, los coches pitando en el cruce y Miguel, ¡Ay! Miguel ¿Cuando engrasaras esa verja? Todas las mañanas abro el bar contigo; ya me he acostumbrado – esta mañana hace mas frío y no me has quitado el edredón ¿Has dormido bien cariño? -Hoy el día nos regalaba la lluvia golpeando en el cristal, era un día de otoño, raramente soleado, pero de otoño –cada día me gusta mas nuestra casa, con sus vecinos con su barrio, con su mercado– la casa es pequeña, casi un apartamento, antiguo, pero nuestro, las paredes del salón están empapeladas y la barra americana es de madera, se puede acariciar el paso de los años en ella – tenemos que ir a preguntar a Luisa si ya ha traído el espejo del que nos habló, ¿Te acuerdas? El que queríamos poner tras la puerta de la entrada, al lado del paragüero de tu madre – el sonido del despertador rompe el silencio de la habitación, pulso aquel botón que devuelve el cielo a su lugar, al mirar nuestra habitación me tranquiliza saber que siempre estará allí, con las paredes pintadas de un azul tan desgastado que es casi blanco, las mesillas, que por supuesto venían con el piso y no hemos cambiado, en sus cajones cabe una biblia, pero encima cabe toda una vida– ¿Me dejas ducharme hoy a mi primero? Tengo una reunión y quiero pasar por la librería de la esquina que hoy me traen el libro de Palahniuk Chuck y quiero empezarlo de camino al trabajo– a ella no le gusta esta cama, ya acordamos que cambiamos el colchón pero la cama se queda, a mí me recuerda a cuando pasaba los veranos en el pueblo de mi padre, incluso a veces me acerca el olor del campo de trigo del Sr. Ángel– Cariño, hoy no te levantes, yo pongo el café antes de ducharme y en cinco minutos te lo traigo a la cama, descansa un poco más– sin dudarlo como cada mañana desde que la conocí huelo su pelo, Dios, es como volver a nacer, y su piel, cada día es como si la oliera por primera vez, vuelvo mi cuerpo hacia el de ella y como si fuera el último día lo abrazo…
¡Uff! ¿Qué me pasa? Ya hace un mes que se fue y sigo despertándome con ella. Dicen que el tiempo todo lo cura, pero no veo el momento de recuperarme, a la semana me dejé de afeitar, debería cortarme el pelo pero este piso viejo y destartalado no me deja salir de él, me han despedido y el maldito autobús no hace más que chirriar…
Texto: Roberto Herrera (España) https://www.domestika.org/es/roovertblacksmith/portfolio
lustración: Alma Peguero (Rep. Dominicana) http://www.almapeguero.blogspot.com
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