Casa Palacios

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Para terminar con los proyectos de la asignatura de packaging, os presento un ejercicio que combina el rediseño de marca y la aplicación de los elementos de la identidad sobre diferentes envases.
En este caso, había que actualizar la imagen del establecimiento sevillano Casa Palacios, un local histórico fundado en 1926, donde se pueden adquirir y consumir productos artesanales o propios de la casa (conservas, legumbres, fiambres, aceites, vinos...). Aunque es de ambiente castizo, conserva el encanto de la época, y múltiples personalidades acuden a él, no solo por la calidad de los productos, sino por ser un símbolo cultural, por formar parte de sus raíces.
Como premisa, se debía renovar la marca y generar un universo decorativo para las piezas de la identidad y para algunos de los envases con los productos más reclamados. Esto a su vez, conseguiría identificar y posicionar a la marca en la actualidad, y despertar el gusto por el coleccionismo del packaging gastronómico.
El target potencial son personas jóvenes/adultas, nativas o forasteras, deseosas por impregnarse de olores y sabores exquisitos e intensos, y que quieren disfrutar del momento, centrarse en charlar con los amigos y compartir experiencias. Este tradicional ultramarinos es un sitio de toda la vida, ya difícil de encontrar, y que para muchos significa tradición e historia, mientras que para otros representa un espacio de libertad y nuevos descubrimientos.
Para el desarrollo del proyecto, se observaron otros establecimientos cercanos pero no eran una influencia gráfica suficiente. Por lo tanto, para avanzar se tuvieron en cuenta otras abacerías de carácter internacional, por su estética vintage, ecléctica o rural, y por el uso de tipografías muy variadas con personalidad.
Tras varias investigaciones, se decidió trabajar con el concepto de la iluminación: sacar a la luz, dar brillo y atracción, devolver a la vida; y se confeccionó un moodboard visual relacionado con él y la procedencia del local. Algunos compañeros de clase decidieron partir del antiguo imagotipo pero yo seguí un camino más particular, acorde al concepto.
Finalmente, el nuevo logotipo se caracteriza por la apariencia retro, la reducción de elementos y la sobriedad cromática, transmitiendo fuerza, tradición y compromiso. Pero la clave del diseño está en el apoyo gráfico, basado en dos elementos básicos que pueden representar el concepto de la forma más sencilla, usando el punto y la línea.
Así pues, se diseñaron 6 combinaciones coloridas para generar diferentes texturas relacionadas con algunos componentes visuales del moodboard.
Comentar un último detalle, y es que, se han incluido, como acompañantes visuales tipográficos, unas expresiones del folclore andaluz, asociadas a la percepción del producto, que incitarán carcajadas o simpáticos debates.

EESS de Diseño Gráfico, Escuela de Arte de Sevilla, 2015.