Mi proyecto del curso: Fundamentos de escritura creativa: desarrolla tus personajes

Siguió caminado, adentrándose a los árboles, se sentía desconcertada. Pues no recordaba un lugar bonito, y estar tanto tiempo en un mismo lugar tan feo se le había olvidado esas maravillosas vistas del mundo real.
Pasaron unos minutos y se dio cuenta que había caminado demasiado a pesar de su condición. Se sentó en la rama salida de un árbol y se quedó ahí pensando en lo que había ocurrido, fue tan maravilloso y horrible a la vez hacer ese viaje. No sabía dónde estaba pero tal vez le era más fácil a su familia encontrarla.
Se levantó para seguir con su camino pero algo la hizo detenerse. Un sonido. Se escondió en el enorme tronco del árbol pero unos pasos se acercaban. Rápidamente pensó en la criatura pero ese pensamiento se esfumó al ver un cuerpo venir hacia ella. Abrió su boca inocentemente.
Era un niño de su misma estatura o un poco más bajo que ella, solo un poco. Tenía rasgos distintos a ella, parecía otro tipo de ser. Él se acercó, al parecer ya la había mirado. Él vestía tan elegante y ella llevaba un vestido feo, sucio y olía bastante mal. Pero al parecer al niño no le importó porque en cuanto estuvo a unos metros de ella se apresuró a quitarse su capa y colocársela por encima a ella.
—¿Estás bien? —Preguntó en un tono preocupado.
—¿Me ayudas a volver a casa?
El niño la miraba con lástima y asintió aunque no sabía absolutamente nada de ella, pero decidido en hacerlo afirmó un sí.
—No eres de por aquí ¿verdad?
Ella negó y el sonrió.
—Debes de ser de Lordlocks o de Beraht.
La niña abrió los ojos y se le iluminó la mirada al escuchar aquello.
—Beraht. —Susurró ella.

CAPÍTULO 3
El lago y el bosque

Llegaron a un lago azul, el agua tan limpia y bonita motivaba a la niña a darse un clavado, pero no sería un comportamiento adecuado de una señorita.
El niño no se percató de eso porque estaba muy concentrado tratando de quitarse las botas.
En todo el camino no hablaron mucho, pues al parecer a ambos les daba pena sacar algún tema de conversación. Era comprensible por los dos lados, por parte de él lo era porque al saber que ella venía de Beraht se le heló la sangre, normalmente todo aquello que es de allá forma parte del Reino Mayor. Y por parte de ella era porque no se encontraba en su mejor aspecto y estar a lado de un desconocido le parecía raro ya que no la había pasado bien anteriormente con muchos desconocidos en aquella cueva, no sabía cómo actuar, ni tampoco si era de fiar, pero era la única opción que tenía.

—Solo meteré los pies, ¿vienes? —Preguntó por primera vez desde que llegaron al lago.

Ella le miró a los ojos y tragó saliva. Tenía unos ojos azules como el mar y eso le resultó familiar, pues su Hogar se encontraba cerca del mar.

—No sé nadar.
—Oh, no está hondo...

Ella le hecho un vistazo al lago, y era cierto, no se mira hondo. Decidió que lo mejor era meterse, además no olía muy bien y resultaba mejor opción darse un baño rápido, mínimamente.

Se acercó poco a poco al lago y el niño pudo notar lo indecisa qué estaba meterse. Así que se le ocurrió una idea.

—Hay que meternos juntos.

Ella alzó las cejas sorprendida ante las repentinas palabras del niño. Había dicho que solo iba a meter los pies y ahora decide entrar completamente.