Madrid sin mascarillas

30 de junio Madrid

Por María Verónica Guzmán Rodríguez

Días atrás, anuncian que deja de ser obligatorio el uso de mascarillas en lugares abiertos en todo el territorio español.
Cuando lo oí brinqué de la emoción.
Imaginé el aire fresco en mi cara, besándola, refrescándola en este verano que aún no calienta en su totalidad.
Fue glorioso el pensamiento. Anhelaba la llegada de ese sábado 26 de junio, primer día de esa nueva etapa.
Recordé cuando era niña y mi papá decía: el jueves vamos a la playa.
Gloriosos jueves.
Era el día libre de mi padre, el de la fiesta familiar, pues siempre había algún plan.
Algunos jueves tocaba ir con él hasta el garaje donde guardaba su carro y pasar el día allí, mientras él hacía mecánica o algo.
Para mí era una fiesta, un mundo por explorar. Mirar a la señora gallega que custodiaba el lugar haciendo sus labores, o corriendo de punta a punta en esa gran extensión.
Cuando íbamos a la playa salíamos de madrugada, rumbo a Los Caracas, ciudad vacacional en el estado Vargas de mi Venezuela natal.
Era imponente mirar ese amanecer, desayunando lo que mamá llevaba a la orilla de la playa.
Me encantaba la brisa marina, ese olor a sal y mar, que llenó mi infancia y que tanto añoro.
Este 26 de junio salí a recorrer las calles de Madrid sin la mascarilla.
En lo que pisé la calle la brisa fue generosa y me hizo recordar lo que significa andar de cara al viento. Algo tan simple de lo que no hacíamos consciencia, ahora un tesoro.
Observé la calle: Gente sin mascarilla, otros tantos con ella. Todos nos mirábamos, pero había respeto a la decisión de cada uno.
Celebré esa fecha paseando en un parque.
Confieso que no quería usar transporte público para saber qué se siente estar todo un día en la calle sin mascarilla.
Lo disfruté. Y ahí pensé en un concepto importante: La libertad.
Libre de acatar la medida y no usar la mascarilla, de decidir llevarla en donde sea necesario por convicción propia.
Y todos respetando el asunto.
Me sentí feliz.
Que viva la libertad, con responsabilidad.