Elena Larrañaga

Desde bien pequeñita me entretenía mas un lápiz y un papel que cualquier juguete, la imaginación me daba la oportunidad de crear aquello que no existía a mi alrededor, era divertido crear situaciones y personajes. Si me enfadaba con mis hermanos, me ponía en una esquina a dibujar lo primero que me viniese la cabeza sin pensar y para cuando me daba cuenta ya se me había olvidado por que estaba enfadada! jaja (hoy día también funciona XD )
Esa costumbre marcó un poco mi camino, empiezas a hacer dibujitos a amigos, al tío Javi para decorar al pared del bar, unas camis para el grupo de montaña,... hasta que un día te ves trabajando al 100% diseñando y pasando unas cuantas noches en vela para terminar los trabajos, con ojeras sí, pero nunca más grandes que la sonrisa que te saca la satisfacción de tu cliente. ñ_ñ Pero claro, te das cuenta de que existe Domestika un lugar donde la sabiduría y gente con talento es insaciable y se te abre un cielo ante tus ojos, así que allá vamos a aprender un montón de cosas, que no solo van a salir ojeras por trabajar, jejeje! ;)