Por qué la Propiedad Intelectual es clave en tu negocio creativo
Como creativo, entender y proteger tu propiedad intelectual es esencial para asegurarte los beneficios financieros
Si te dedicas a alguna práctica creativa o te desempeñas en alguna industria creativa, esto te interesa. Aunque no lo creas, el sector creativo suele recibir maltratos por parte de las grandes compañías comerciales prácticamente a diario.
Sin embargo, las leyes de propiedad intelectual (PI) han sido creadas para proteger tu trabajo y permitirte que puedas obtener beneficios y seguir desarrollando tu carrera. Conocer cómo se gestiona y protege la propiedad intelectual es un factor esencial que te brindará oportunidades creativas.
¿Qué es la propiedad intelectual?
Veamos la definición que ofrece la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual al detalle:
“La propiedad intelectual (PI) se refiere a las creaciones del intelecto: desde las obras de arte hasta las invenciones, los programas informáticos, las marcas y otros signos utilizados en el comercio. La PI está protegida por la ley a través del registro de derechos de autor, marcas y patentes, las cuales permiten a las personas obtener un reconocimiento o una retribución financiera por aquello que inventan o crean. Al conseguir el equilibrio correcto entre los intereses de los innovadores y los del público en general, el sistema de PI fomenta el establecimiento de un entorno en el que la creatividad y la innovación pueden florecer”.
En resumen, este organismo establece que quien transforma una idea (“una creación mental”) en una invención u obra artística automáticamente obtiene los derechos de autor, permitiéndole registrar su trabajo como una marca, un diseño industrial o una patente. De esta forma puede ser reconocido como creador y será capaz de obtener un beneficio económico, permitiéndole así prosperar.
Sin embargo, de acuerdo con mi experiencia, pocos creativos conocen las implicaciones de la propiedad intelectual y de sus derechos asociados, y a menudo ceden al cliente este factor decisivo para su negocio.
Analizando la PI
Si creas algo original, que no haya sido copiado o plagiado, automáticamente posees los derechos de autor. No puedes ser el propietario de una idea como tal, pero sí puedes serlo de la expresión física de esa idea, ya sea que se trate de una película, un código de programación o un diseño. Los derechos de autor no solo son automáticos, sino que también son derechos de propiedad, así que si posees los derechos de autor una imagen, una obra teatral o cualquier otro tipo de expresión, tú puedes decidir si la reproduces, la vendes u ofreces su licencia.
Piensa en la increíble cantidad de cosas que has desarrollado a lo largo de tu carrera: tú posees todos sus derechos de autor. Aun así, hay dos excepciones: que hayas cedido los derechos a un cliente como parte de un acuerdo, o que tu contrato de empleo demuestre que tu empleador posee la propiedad intelectual de todo lo producido durante tus horas de trabajo.
Muchos negocios creativos poseen gran cantidad de derechos de autor pero no los aprovechan. Sin embargo, si pensaran de forma creativa y buscaran nuevas plataformas, mercados y audiencias, podrían obtener ganancias adicionales que antes no habían considerado. Si no te sientes cómodo o seguro haciendo esto con tus derechos de autor, busca a un colaborador que te ayude. Si no puedes costear el desarrollo de tu producto, tal vez puedan establecer una empresa en conjunto o llegar a un acuerdo de beneficio mutuo.
Marcas, propiedad industrial y patentes
A diferencia de los derechos de autor, que son automáticos, las otras tres áreas comprendidas dentro de la propiedad intelectual —marcas, propiedad industrial y patentes— necesitan registrarse ante las autoridades competentes de tu país. Toma en cuenta que realizar este registro solo valdrá la pena si pretendes lucrar con tu propiedad intelectual.
Por ejemplo, quizás tengas una metodología dentro de tu negocio que puedes vender a un cliente como servicio. Al registrarla como marca lograrás protegerla y ofrecerla. Este proceso también puede ayudarte a posicionarla mejor en tu mente y venderla de forma más efectiva.
Registrar marcas y derechos de propiedad industrial es más fácil y barato que registrar una patente, para lo cual es necesario pasar por un largo proceso. Para registrar una patente de forma exitosa, tu idea debe ser totalmente nueva, incluir algún elemento inventivo y poder aplicarse a algún tipo de industria.
¿Por qué no echas un vistazo a la propiedad intelectual que ya posees? ¡Quizás estés “sentado” sobre una montaña de oportunidades para tu negocio que nunca anticipaste! Tal vez ya eres el propietario de una pieza creativa innovadora que, al aplicarla de forma digital o analógica, te puede generar un nuevo ingreso económico o ayudarte a conseguir mayor audiencia.
Artículo redactado por Erica Wolfe-Murray (@erica_19), especialista en propiedad intelectual, fundadora de la compañía británica Lola Media y autora del libro “Simple Tips Smart Ideas: Build a Bigger, Better Business”. A lo largo de su carrera ha trabajado en diversos sectores creativos, como la publicidad, el diseño gráfico y de productos, las relaciones públicas, la producción de documentales y el registro de licencias. Para aprender más sobre la propiedad intelectual y conocer qué tipo de propiedad intelectual posees, apúntate al curso de Erica en Domestika, Propiedad intelectual para emprendedores creativos.
Traducción al español de @arturo_torres_landa
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