@harry_davies
Hasta siempre Flash: el auge y la caída del software más querido y odiado de Internet
La historia del software multimillonario que transformó Internet y forjó un universo de juegos
A finales de los 90, dos emprendedores tecnológicos decidieron convertir su fallido software de dibujo en un programa de animación.
Charlie Jackson y Jonathan Gay habían pensado que PenPoint, la tecnología de dibujo y escritura de tabletas y lápices, sería la próxima gran novedad. Pero estaban equivocados.
"Creo que vendimos dos copias", dijo Jackson a Ars Technica. "Y una fue para el arquitecto que estaba diseñando la casa de Bill Gates".
Pero pronto cambiaron de rumbo cuando su puesto en una feria comercial se instaló cerca del de otra compañía que estaba desarrollando un paquete de animación para televisión y cine. Luego, en otra feria comercial, Jackson vio un montón de productos con el lema “made for the Web”.
Gay y Jackson decidieron que crearían un software web de animación llamado FutureWave. "Pensamos que nunca iba a haber un mercado para una herramienta de animación", recuerda Gay. "Pero sonaba como algo divertido de construir".
Disney y Microsoft quedaron impresionados por la pequeña y prometedora puesta en marcha. Con el tiempo, Macromedia adquirió la empresa, en un intento por seguir siendo relevante. Cambiaron el nombre de FutureWave y la llamaron Flash.
La versatilidad y la interactividad de Flash eran distintas a todo lo que había existido antes, convirtiendo a la app en la favorita de los creadores de sitios web que querían darle a sus diseños un toque creativo.
Esa interactividad, admite Gay, se debió a un periodista de la revista MacUser a quien le dieron una vista previa del Future Splash Animator: “Uno de los revisores dijo, 'Deberíais agregar un botón'. Pensamos, '¿Un botón? ¡Es una buena idea!"
El equipo se apresuró a crear algunos botones básicos justo antes del lanzamiento, dando a los usuarios una forma de interactuar con su diseño. Fue una jugada maestra.
La interactividad de Flash siguió mejorando, con un desarrollador trabajando en cómo hacer un juego de pinball básico. No mucho después, en 1998, Tom Fulp, el propietario de Newgrounds, creó Teletubby Fun Land, un juego bastante atrevido que te permitía manipular a los personajes de televisión de los niños de formas inesperadas y, a menudo, ofensivas.
El próximo juego que se diseñó en Flash 3, Pico's School, pondría en marcha una industria de juegos Flash que durante los próximos siete años convertiría a los diseñadores de videojuegos de dormitorio en millonarios. Esta nueva industria introdujo a cientos de desarrolladores a las maravillas del diseño de juegos y a millones de nuevos jugadores a un mundo de distracciones (de un día para otro, Newgrounds recibió 18 millones de visitantes únicos al mes) con juegos Flash clásicos como Linerider y Desktop Tower Defense.
En 2005, Flash decidió ver qué podían lograr con el vídeo. Mientras las empresas de tecnología anticuadas se apresuraban en crear una plataforma de vídeo que reprodujera la televisión, Macromedia creó el Tin Can Team. Ese equipo terminaría construyendo un nuevo sistema que sería adoptado por Youtube, una startup poco conocida en ese momento.
Ese mismo año, Adobe compró Macromedia por 3.6 billones de dólares. El CEO Bruce Chizen le diría más tarde a Jackson que 3 mil millones de esos dólares eran solo para Flash Player.
Pero luego las cosas empezaron a ir cuesta abajo.
La forma en que Flash ralentizaba las computadoras y requería actualizaciones constantes comenzó a desanimar a los consumidores. Más preocupante fue cómo comprometió su seguridad digital.
Sus deficiencias llevaron a Steve Jobs a escribir Thoughts on Flash en 2010, justificando su decisión de no admitir el software en el iPhone 4 y concluyendo que "Flash ya no es necesario para ver vídeos o consumir ningún tipo de contenido web".
Para muchos, esta fue la culminación de la desaparición de Flash y durante los últimos diez años la máquina Flash se ha detenido.
En 2016, Google también le dio la espalda a Flash y finalmente prohibió su publicidad en sus búsquedas, lo que llevó a otros gigantes tecnológicos a seguir su ejemplo.
Todavía hay quienes tienen debilidad por Flash. Un grupo de personas han dedicado los últimos años rastreando Internet para preservar 38,000 juegos para la posteridad.
Sin embargo, el 31 de diciembre de 2020, Flash dejará de actualizarse, los navegadores dejarán de admitirlo e Internet finalmente se despedirá del software que lo transformó.
Versión en español de @laura_muriel
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