5 fotógrafos que definieron el autorretrato
Descubre la herencia de la pintura en la fotografía en el autorretrato y cómo construye narrativas visuales
En todas las disciplinas artísticas, la autorreflexión puede expresarse de distintas formas. El creador inevitablemente deja una pieza de sí mismo en sus creaciones, y como se sugería desde la antigua Grecia, la labor creativa resulta una forma profunda de autonocimiento.
En el caso del autorretrato, obtenemos además un nivel de lectura evidente. El artista se muestra tal y como es, o bien, tal y como quiere que los demás lo perciban.
En el caso emblemático de Las Meninas, el pintor aparece frente al espectador, de forma que Velázquez “nos retrata” cuando lo miramos. De ese modo se crea una interacción sumamente moderna entre quien contempla la obra y su autor.
Una herencia visual
A partir de la obra de los pintores clásicos, que a menudo se retrataban a ellos mismos, con el surgimiento de la fotografía continuó esta tradición. En el caso de los pintores y dibujantes, no hay nada más fácil que mirarse ante el espejo para practicar expresiones, proporciones y posturas.
Conforme evolucionaron las tradiciones pictóricas, los autorretratos fueron volviéndose más complejos y se cargaron de significados más intrincados. En los dos autorretratos que siguen podemos observar un cambio evidente en la forma en la que el autor se presenta, así como en la sensación o el estado de ánimo que nos provoca ver cada uno.
El autorretrato en la fotografía
Los fotógrafos que comenzaron a experimentar con ellos mismos como modelos, descubrieron lo mismo que los pintores que vinieron antes que ellos. Las restricciones sobre poses, maquillaje, materiales y demás elementos se disuelven.
Por otro lado, otros fotógrafos se retratan para reflexionar sobre aspectos sociales y culturales que desean criticar, como los roles de género, cuando se retratan caracterizados en un sexo distinto al suyo, o cualquier otra condición esencial que alteran.
Conoce un poco más de algunos de las imágenes en la historia de la fotografía que definieron el autorretrato:
Hippolyte Bayard
Autorretrato como un hombre ahogado (1840)
Contemplamos una imagen pionera y por completo adelantada a su época. Se considera la primera fotografía escénica, es decir, en la que la escena fue montada y preparada para mostrar algo que no era la realidad. Se trata de una imagen de protesta en la que simula haber cometido suicidio, debido a que no se le reconoció su participación en el proceso de la invención del daguerrotipo.
Ilse Bing
Autorretrato con espejos (1931)
Esta fotógrafa alemana avant garde practicó con innovaciones conceptuales en su época. “Siento que la cámara es una extensión de mis ojos y que se mueve conmigo”, afirmó. Esta imagen, que hoy podría parecernos común en algún feed the Instagram, fue revolucionaria en cuanto a la narrativa, en la que su cámara Leica es protagonista.
Diane Arbus
Doble autorretrato con hija Doon (1945)
Uno de los principales temas de esta autora fueron aquellos humanos al margen de la sociedad, los no aceptados, inadaptados y rechazados. Sus imágenes provocan incomodidad en el espectador, haciéndolo reflexionar sobre sus prejuicios ante aquellas personas que no lucen como él. Se rumora que esta imagen inspiró a las famosas gemelas de El resplandor de Stanley Kubrick, quien fue un amante de la fotografía y aficionado a ella durante toda su vida. ¿Ves el parecido?
Cindy Sherman
Untitled Film Still #21 (1978)
Casi la totalidad de la obra de esta fotógrafa se compone de autorretratos. Su técnica consiste en explorar diversos temas en los que ella aparece como personajes de mundos imaginarios. Además de ser la fotógrafa y modelo de sus fotografías, ella se encarga de la dirección, el maquillaje, el vestuario y el peinado de cada imagen. Se le considera a menudo como una de las mayores influencias del retrato contemporáneo, no solo en la foto, sino en otras disciplinas como la pintura y el performance.
Andy Warhol
Autorretrato en drag (1981-1982)
El amor de Andy Warhol por la fotografía quizá sea menos conocido que sus obras pictóricas, pero en realidad las últimas se basaron en estudios fotográficos. Se conservan cientos de polaroids. En este autorretrato, perteneciente a una serie de autorretratos con caracterización drag, Warhol exagera el dramatismo de su expresión con el maquillaje y la peluca. Esta aproximación a uno mismo, como detrás de máscaras e identidades que se confunden, fue de gran influencia para los creadores que lo siguieron y que vemos hasta hoy.
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