Dulk: una noche de fiebre ilustrada
En esa senda, a medio camino entre las luces y las sombras, se mueven las ilustraciones mitológicas de este artista español.
Para encontrar el germen de las misteriosas ilustraciones de Antonio Segura Donat hay que remontarse a su infancia en Valencia, cuando se dedicaba a observar los diversos pajarillos, perros, peces y caballos que convivían en la casa familiar. Ya conocedor de la fauna local, pero siendo todavía un niño, se divertía copiando ilustraciones de las antiguas enciclopedias que encontraba en las estanterías de la biblioteca de su padre. Todavía no se lo imaginaba, pero estaba formándose como el profesional en el que se ha convertido de adulto.
Hoy en día se gana la vida como diseñador, ilustrador y artista urbano bajo el pseudónimo de Dulk; combinando diferentes universos que abren ante nuestros ojos infinidad de mundos mágicos.


El propio Dulk asegura que el imaginario de sus ilustraciones está inspirado en sus sueños y vivencias que, evidentemente, adereza con más que una pizca de surrealismo pop. Entre sus principales influencias cuenta a los pintores flamencos y el tenebrismo de Caravaggio. Lo que resulta claro es que sus ilustraciones, independientemente de la técnica que el valenciano elija para expresarlas, desbordan bizarrismo.


Dulk es un artista todoterreno, capaz de trabajar en ámbitos como la publicidad, el diseño gráfico o el mural urbano. Los lápices se mueven con total naturalidad en sus manos, creando imágenes de aire circense en las que se adivinan dejes de denuncia social velada. Sus obras habitan o han viajado por diversas partes del mundo: Valencia, Barcelona, Bruselas, Berlin, Maastricht, Toulouse, Paris, Nueva Jersey, Chicago, Vancouver, Seville, Miami... ¡Y lo que le queda!






















Aunque Antonio Segura, más conocido como Dulk comenzó pronto a dibujar, estudió un año de Económicas antes de dedicarse a la ilustración a tiempo completo.
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