Citlali Haro: la ilustración como autoconocimiento

Conoce el proceso creativo, inspiración y obra de esta ilustradora mexicana
Citlali Haro (@citlali_haro) es una artista visual e ilustradora con formación profesional en diseño gráfico y animación. Después de su interés en los personajes femeninos con cabezas de gato, su trabajo ha evolucionado para concentrarse en una narrativa surrealista. Cree que más que un talento natural, la ilustración es una disciplina que parte de la constancia y la práctica.
Conversamos con ella sobre cómo comenzó su carrera, cuáles son sus intereses, referencias y cómo suele trabajar en su proceso creativo.

Cuéntanos un poco sobre ti. ¿De dónde eres, qué estudiaste y cómo empezó tu carrera como ilustradora?
Nací en Lázaro Cárdenas, Michoacán, porque mis papás vivían ahí en ese momento, pero crecí en Hermosillo, Sonora (México). Crecí en el desierto. Mi cuerpo nunca aguantó el calor, así que pasaba el tiempo encerrada en mi mundito con aire acondicionado y ganas de dibujar. Como casi no salía ni a fiestas, crecí dibujando y eso se volvió mi necesidad más básica.
Estudié Diseño gráfico y Animación. La verdad no disfruté tanto la carrera, porque creo que era muy nueva y estaba enfocada en cosas que no me interesaban tanto, pero sí tuve las herramientas para direccionar mi interés.
La verdad era muy ingenua: no sabía muchas cosas del mundo del diseño, ilustración y todo eso. Decidí dedicarme a esto casi al terminar la universidad, una vez que entendí un poco más de qué iba, y que sobre todo, tenía la capacidad para hacerlo.
La verdad no sé como comenzó mi carrera como ilustradora. He dibujado desde que era una niña, creo que solo mantuve el interés y la dedicación hasta que la gente lo vio, lo recibió bien y pude trabajar de eso. No sé, solo quiero dibujar y pintar y ahora vivo de eso.

Nos gustaría saber sobre tu proceso a la hora de empezar una pieza nueva y sobre las herramientas que usas tanto en digital como en analógico.
La mayoría de mis ideas vienen de un lugar muy onírico. Tengo sueños muy visuales, y por lo general me quedo con la sensación del sueño por muchas horas, como si estuviera poseída por el sueño, como si me embrujara un poco. Con el tiempo he ido trabajando cómo poder sacar esos escenarios y sensaciones abstractas sin sentido de mi cabeza. Creo que apenas estoy aprendiendo cómo hacerlo.
Por lo general comienzo con una fotografía de mi archivo que he recopilado con los años, entonces hago un collage digital con varias fotos que no tienen nada que ver entre sí, con el cual armo mi boceto, hago la pintura digital en Photoshop con mi Wacom y algunas veces paso ese boceto a pintura acrílica. A veces hago el boceto con ayuda de un proyector, pero la mayoría de las veces lo hago a mano.
La verdad disfruto tanto lo digital como lo analógico. Me encanta la libertad de opciones y versiones de trabajar en digital, es como una caja de Pandora.


¿Te consideras ilustradora o artista? Desde tu perspectiva, ¿hay una diferencia entre ambas o en cómo conviven estos dos conceptos actualmente?
Nunca he llegado a una respuesta específica para esta pregunta, pero lo que puedo compartir es que durante mucho tiempo me causó conflicto no entrar en ninguna de las dos áreas. Muy artsy para ser ilustración, muy ilustración para ser arte. Creo que hay muchas diferencias de técnica e intención, el arte siempre será mas rebuscado y la ilustración siempre tendrá que tener un mensaje claro y una armonía visual un tanto condescendiente hacia el receptor.
Yo siento que no puedo dejar de la mano las dos, y siempre he creado para responder una necesidad de expresión, por lo que lo único en lo que me he enfocado últimamente es en responder a esa inquietud, resolver ese problema que viene de las entrañas y que es una forma de canalizar emociones o vivencias.
Sinceramente no sé cual sea la postura del arte ante la ilustración o viceversa, pero lo que sé es que a mí me ha funcionado existir en ese limbo entre las dos, ya que me puedo recargar un poco para cada lado cuando sea necesario. Estoy acostumbrada a tener un pie adentro y el otro afuera en todo en la vida. Me siento cómoda entre los dos mundos, soy como Hannah Montana.


Pienso que tu estética y temática se complementan muy bien. ¿Cómo llegaste a ellas? Cuál fue primero? ¿Consideras que tu obra es difícil de mover en un ámbito comercial?
Yo siento que mi forma de expresarme ha cambiado mucho: al principio era más cuidadosa con todo, me obsesionada con el detalle y la perfección. Nunca pude llegar al nivel de perfección que creí que debía tener, pero conforme menos me fue importando el resultado de detalle, me enfoqué más en el mensaje y en el proceso.
El proceso siempre es cambiante, a veces nace de un texto, otras veces es primero la idea gráfica y después el mensaje y énfasis, otras veces solo lo hago en una secuencia de improvisaciones. No tengo un proceso específico, es un poco complicado de explicar lo que pasa por mi mente porque justo yo busco eso, tratar de traducir imágenes e ideas que llegan antes de dormir o al despertar y justo en eso estoy trabajando.
Mi obra sí puede ser un poco complicada de consumir porque a simple vista es amigable por los colores o elementos cotidianos, pero después creo que es un tanto caótica y cruda. Me gusta que contenga cinismo, humor y no muchos filtros. A veces hago cosas que cuando las veo me parecen muy lindas y las quiero eliminar o prenderles fuego, no quiero ser condescendiente. A veces sí les prendo fuego.
Intento que lo que hago sea tan irreverente como yo, a ver si logro esa sinceridad.



No es noticia nueva que la industria de la ilustración se encuentra dominada en su mayoría por hombres. Desde tu opinión, ¿qué cosas se pueden hacer para contrarrestar esa tendencia?
Creo que este es un tema muy amplio y complejo,, pero lo que puedo rescatar de forma breve, al menos en mi opinión, es que para la mujer es más complicado dedicarse de lleno a algo porque tienes que fungir muchas responsabilidades sociales. Eres hermana, eres madre, eres esposa, eres amiga. Socialmente tienes que cumplir muchos roles que implican cuidar de alguien más, mientras que cuidar de ti, tu salud mental y física pasa a segundo plano, porque además para ser socialmente aceptada y tomada en serio tienes que ser bella, delgada, entre otras sandeces que se decidieron antes de que nosotras quisiéramos ser eso.
Queda muy poco espacio para poder hacerlo, no solo es una decisión, porque no puedes simplemente renunciar a todo esto. También es conseguir espacio para entrar con tus ideas y que se acepten, porque muchas veces son “demasiado femeninas”, demasiado “violentas” si eres cruda, demasiado “superficiales” si eres cínica, demasiado “rebuscado” si intentas ser profunda, entre otras cosas.
El tema aquí es que a pesar de que tenemos que renunciar a tanto —cosa que los hombres no tienen que hacer—, batallamos para ser tomadas en serio como persona; ahora como artista, es aun más complejo.
Creo que lo más importante es ser constante con tu trabajo. Mientras más hagas tu trabajo más tuyo será, más se solidifica el mensaje; serle fiel a esa inquietud de creación, producir lo más que puedas para definirte más; sobre todo ser muy firme y disciplinada con tus decisiones profesionales, intentar ser responsable con tus finanzas para vivir de forma más tranquila, cosa que apenas estoy aprendiendo y logrando.
En fin, si podemos con todo eso, podemos con más.


Por favor comparte con nosotros el trabajo de cinco ilustradoras latinoamericanas que admires y en palabras breves dinos qué te gusta de su trabajo.
Mónica Loya (@monicaloya), mi amiga de Chihuahua (México). Tiene una habilidad increíble para pintar, me encanta su estilo, los colores que usa la delicadeza y detalle de sus pinturas.
Mónica Chelo, mi amiga panameña multidisciplinaria, tiene una sinceridad muy evidente en sus ilustraciones y pinturas. Trabaja retratando al cuerpo de la mujer fragmentado y de verdad creo que no se detiene a la hora de explorar con la forma de expresarse.
Jimena Estíbaliz (@jimena_estibaliz), también mexicana, es una de mis ilustradoras favoritas. Admiro mucho la forma en la que trabaja con figuras geométricas y la inteligencia con la que usa el color y la armonía de todo.
María Luque (@mariajluque), ilustradora argentina que usa el color de una forma impresionante, tiene una narrativa que me embruja.
Xoana Herrera, también argentina, tiene una fluidez en forma y color que también admiro mucho y me fascina.

Selecciona una pieza que te guste mucho de tu obra, y platícanos todo lo que puedas sobre ella.
"Blooming". Creo que es una de mis ilustraciones que más me ha gustado, porque normalmente hago las cosas como un exorcismo, como para canalizar los sentimientos hacia afuera o externar cosas que ni siquiera puedo procesar, pero en esta ocasión decidí hacer algo para mí, para reconocerme.
Hice este autorretrato como un ejercicio de amor propio, sin criticarme, como un regalo para mí, siendo gentil conmigo misma. Lo hice en un momento en el que sentía que estaba floreciendo entre el asfalto: había tenido un año muy difícil pero me sentía fuerte, firme y agradecida. A veces también se trata de eso, de detenerte un ratito y agradecer todo lo malo también porque es lo que más te permite crecer, ningún sentimiento es final, como dice Rainer Maria Rilke.

Conoce más del trabajo de Citlali Haro en su porfolio en Domestika y en Instagram.



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