Ampparito: arte urbano rural

Vas conduciendo por las carreteras rectas y llanas de la meseta ibérica, a los lados sólo hay campos de trigo y pequeños pueblos que salpican el camino.

El paisaje es bastante monótono y no hay muchas distracciones más allá de los carteles con nombres, a veces divertidos, de las poblaciones que se van acercando, pero de repente, ¡uy! ¿eso que acabo de ver es un anzuelo gigante pintado en un muro?, ¿una cerilla inmensa a medio quemar?, ¿una tapa de boli bic tamaño extragrande?

Sí, sí y sí. No te frotes los ojos, no tienes alucinaciones fruto de llevar varias horas frente al volante. Es la obra que el artista urbano Ampparito ha diseminado por la península en el medio rural como parte de un proyecto que busca hacer reflexionar al espectador acerca de los objetos y lugares olvidados.

La obra de Ampparito, en general, tiene como fin establecer un diálogo con la persona que lo observa, hacerle pensar y no guiarle hacia cuál es el significado de lo que está viendo, sino hacerle pensar y lograr que se forme su propia opinión. Esto hace su trabajo mucho más valioso, ya que consigue que un mismo mural signifique muchas cosas distintas según la persona, el momento y el lugar en que lo esté viendo.

Ampparito prefiere trabajar en el mundo rural porque el impacto en el espectador es mucho mayor; en entornos en los que estamos sobreexpuestos a la información es más difícil captar la atención y hacer que cale un mensaje que requiere una reflexión relativamente profunda como la que él pretende transmitir.

La obra de Ampparito no se reduce a los murales, su portfolio está repleto de obras surrealistas y reflexivas.