El amor de Vincent van Gogh por lo japonés
Conoce la influencia de la estampa tradicional japonesa en la obra del pintor
La fascinación del Occidente por lo oriental no es algo reciente. A finales del siglo XIX, la comunidad artística occidental cultivó un enorme interés por todo lo oriental. Vincent van Gogh (1853-1890) fue un gran amante de la estética y el arte tradicional japonés, que tuvo una gran influencia en su obra.
Van Gogh se sintió especialmente atraído por el ukiyo-e, las impresiones en plancha de madera que se hicieron muy populares en Japón de los siglos XVII a XIX.
A esta influencia del arte nipón —en Van Gogh y otros artistas— se le conoció como japonismo, y en su caso, se vio reflejado en el uso de técnicas, motivos y colores. Otros exponentes del movimiento fueron grandes artistas del arte europeo, como Gauguin, Toulouse-Lautrec, Degas y Rodin.
En poco tiempo, Van Gogh se convirtió en un ávido coleccionista de impresiones japonesas. En un par de meses en 1886, compró 660 grabados sobre madera. Sus piezas favoritas no eran las más costosas, sino las que tenían colores y motivos llamativos.
Van Gogh colocaba estas obras en su estudio, y las contemplaba constantemente. Con el paso del tiempo, asimiló ciertas características estilísticas en su propia obra. Su pintura adquirió colores más brillantes e incluyó patrones decorativos. En una carta a su hermano Theo escribió:
Después de un tiempo tu visión cambia, y comienzas a ver con un ojo más japonés, sientes los colores de forma distinta.
Vincent van Gogh, Carta a Theo, 5 de junio de 1888
Para Van Gogh el estudio del arte tradicional japonés se presentó como una clara contraposición de la modernidad, las metrópolis y la industrialización. Sin llegar a visitar el país, se trazó un ideal de Japón como una utopía ajena a la modernidad, un símbolo de la pureza y la relación con el mundo natural. Al mudarse a Arlés, expresó que su vida sería más parecida a la de los impresores japoneses, al estar cerca de la naturaleza.
¿No es casi una nueva religión la que nos enseñan estos japoneses, que son tan simples y viven en la naturaleza como si ellos mismos fueran flores? No es posible estudiar el arte japonés, me parece, sin volver más feliz y alegre, y nos hace retornar a la naturaleza, a pesar de nuestra educación y nuestro trabajo en un mundo de convenciones.
Vincent van Gogh, Carta a Theo, 24 de septiembre, 1888
Durante su periodo de japonismo copió imágenes de impresiones japonesas, añadiendo su propia interpretación y mayor colorido. Observa a continuación una de las obras que imitó:
Una pieza clave es el retrato de Père Tanguy. Se trata de uno de los comerciantes de arte que le dio a Van Gogh acceso al arte japonés, y con quien discutía ciertas ideas utópicas de lo nipón. Algunos críticos comparan la pose del sujeto con un Buda sonriente, que se complementa con las impresiones japonesas a sus espaldas.
En 1888 pintó un autorretrato dedicado a Paul Gauguin, en el que se presenta como un monje japonés, modificando rasgos de su fisonomía.
Con el tiempo, y quizá por influencia de Gauguin, Van Gogh escribió cada menos sobre lo japonés, al tiempo que su salud mental comenzó a deteriorarse.
Puedes consultar aquí la colección de Vincent van Gogh de arte japonés en el Van Gogh Museum de Ámsterdam.
Más información:
- Janet Al. Walker. Van Gogh, Collector of “Japan”. The Comparatist, 2008.
- Clive You. Looking East: Vincent Van Gogh and Japan. Australian National University, 2016.
2 comentarios
katerincasallas01
Muy buena explicación sobre la historia del arte de Van Gogh
inuin
@katerincasallas01 ¡Muchas gracias! Saludos :)