Tres lecciones aprendidas al ser guionista de Toy Story
El guionista Michael Arndt comparte contigo sus errores y lecciones aprendidas como guionista ganador del Oscar
Michael Arndt es un reconocido guionista estadounidense que ha sabido posicionarse en la industria del cine por trabajos como los realizados en Oblivion, Los Juegos del Hambre: en llamas, Little Miss Sunshine —por la que recibió el Premio Oscar a Mejor guion original— y Toy Story 3 —que le valió la nominación a los premios de la Academia, nuevamente por Mejor guion.

En el video Toy Story 3: mistakes made, lessons learned, Michael comparte de forma divertida, pero reflejando un profundo nivel de introspección y honestidad, cuáles fueron los mayores retos al desarrollar ese proyecto y, más importante aun, cuáles fueron las lecciones que aprendió de él, de forma que creativos de todo el mundo que se encuentren ante el reto de escribir un guion puedan encontrar una guía —y, por qué no decirlo, un consuelo convertido en motivación.
A continuación, compartimos contigo un resumen de este material, y empezaremos con tres de las reflexiones primarias de Michael en este video:
Toy Story 3: la pesadilla
Arndt trabajó en el guion de Toy Story 3 de 2006 a 2009. El resultado de esos tres años fueron, según sus propias palabras, una completa pesadilla: “pasé todo ese tiempo azotando mi cabeza contra el piso y buscando la manera de hacer que el proyecto funcionara”.

Refinamiento de la historia, lento pero útil
Arndt cuenta cómo funcionan los procesos en un estudio grande de animación. En ese sentido, la experiencia del guionista es que, a pesar de ser el encargado del guion de la película, en el equipo de producción había un montón de gente siempre presente durante el desarrollo del proyecto haciendo sugerencias, compartiendo ideas, solicitando la inclusión de bromas y anécdotas y, en general, agregando información todo el tiempo a su proceso creativo personal.

Lo importante de ese punto, cuenta Michael, es que nadie en realidad fuerza a los escritores a integrar ninguno de esos comentarios. Es el director quien, de esa enorme pecera de sugerencias, toma las que considera convenientes y pide al guionista que haga las adaptaciones necesarias. Una vez listo el nuevo guion, éste vuelve a pasar por el proceso de sketching básico para ser presentado al Consejo, el cual da nuevamente sus comentarios para ser evaluados, integrados y re-trabajados gráficamente.
En Pixar, este ciclo se repite hasta siete veces en cada película y, aunque puede resultar agotador y a pesar de que una película no necesariamente debe seguir este orden, Arndt reconoce que esta forma de trabajo fue clave para el éxito de la cinta.

La primera versión de tu guión nunca será la mejor
Quizá pueda parecer obvio, pero Michael hace énfasis en aceptar esta idea antes de empezar cualquier proyecto.

Las sagas siempre serán más difíciles
Aunque Michael tenía la experiencia de haber escrito un éxito —Little Miss Sunshine—, cuando empezó con el proyecto de Pixar se dio cuenta de que el reto sería mayor. Tenía nociones de cómo estructurar, por ejemplo, el inicio de una historia.
Sin embargo, se dio cuenta de que algunos de los elementos de esa fórmula serían más complicados en este caso, pues se trataba de personajes totalmente preconstruidos y que, en el caso del tema de esta cinta en particular, sería complicado establecerles nuevas expectativas que funcionaran como motor de la historia. Así, recuerda que esta fue una de las partes más complicadas de ese proyecto.

Sin más preámbulo, estas son las lecciones que Michael Arndt obtuvo de su experiencia como guionista de Toy Story 3.
Lección 1: A veces conviene no empezar por el inicio
El primer consejo del guionista es considerar la posibilidad de empezar tu proceso creativo de escritura al revés: partir del punto de quiebre y luego desarrollar los hechos que te llevan a él, de forma que siempre tengas claro a dónde quieres llegar y sea más difícil que te pierdas en las posibilidades de toda historia.

Lección 2: Siempre contempla la historia desde una perspectiva completa
En un ejercicio práctico pero complejo, Michael resume su proceso creativo al rehacer la historia después de haber llegado al punto de inflexión. A veces ocurre que, por concentrarse en solo algunos de los puntos clave de la historia, se dejan de lado a otros elementos del universo provocando que, al reencontrarse, estos no tengan sentido temporal o narrativamente.
Por ello, recomienda que sin importar cuál sea el personaje sobre el que estés trabajando de forma momentánea, tengas siempre presente el desarrollo temporal de los demás elementos de la historia, de forma que al encontrarse en el punto medio de la historia logres un timing perfecto.

Lección 3: Una buena historia siempre tiene tres clímax simultáneos
Con la experiencia que le dejaron los múltiples borradores y reescrituras del guión de esta película, Michael asegura que lo mejor para una historia es que se muevan al mismo tiempo los tres clímax esenciales: el exterior —situación—, el interior —personaje— y el filosófico —epifanía del protagonista—. Estos tres puntos clave deben convivir de forma lógica y natural en el clímax de la película, el cual se presenta poco tiempo antes del desenlace.
Como clave extra, Michael aconseja que siempre te asegures de que la epifanía del personaje tenga que ver con revelaciones con las que cualquier persona se pueda sentir vinculada. La conexión con el público siempre es indispensable.

Reflexión final sobre narrativas
Michael resume sus aprendizajes atribuyéndole características básicas a cada momento de la historia:
- El inicio: concreto, claro y específico.
- Incidente de cambio: visceral, imprevisto y representativo del mejor o el peor escenario posible para los personajes.
- Final del primer acto: en este punto, el héroe debe desear algo profundamente y dejar la pasividad atrás con un plan establecido.
- Objetivo del segundo acto: claro, totalmente binario (bueno/malo) y realizable, y las consecuencias de no cumplirlo deben ser profundamente negativas para el personaje.
- Punto medio: todo cambio de dirección debe incluir un obstáculo concreto.
- Final del segundo acto: debe haber falla interior, exterior y filosófica.
- Epifanía: el algún punto de la reflexión, el héroe debe darse cuenta de que la motivación del villano es válida y real y que, de hecho, es solo una versión “espejo” y contraria de él.

Si quieres ver el intenso y detallado análisis de Michael Arndt sobre el proceso de desarrollo de la historia de Toy Story 3, y aprender a contar historias que verdaderamente funcionen, mira el video completo que preparó dando clic aquí.
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