¿Qué es la restauración de muebles?
Descubre los principios de esta práctica por medio de la historia de una pieza muy especial: la silla de María Antonieta
Claro que los muebles han existido a lo largo de toda la historia: los seres humanos siempre han necesitado espacios para descansar sus cuerpos y almacenar sus pertenencias. Sin embargo, fue hasta finales del siglo XIX y principios del XX que se reconoció el verdadero valor histórico y cultural de los muebles y, con ello, el de la importancia de su conservación y restauración.
La artesanía ha sido siempre una forma de acercamiento para comprender los procesos creativos detrás de los objetos antiguos que amamos. En aquel momento, una comunidad de restauradores y museos floreció y, hasta hoy, sigue compartiendo con el mundo su trabajo para garantizar la preservación de objetos históricos, así como las técnicas más eficientes para hacerlo.
El Instituto de Conservación del Museo Smithsonian considera como básicos de la restauración de muebles estos tres principios:
- Minimizar el deterioro (preservación).
- Consolidar y fortalecer el estado de los objetos tal y como se encuentran (estabilización).
- Reparar / reemplazar daños existentes (compensación o restauración).
En ese sentido, una de las hazañas más importantes de la restauración es el trabajo realizado en la silla de María Antonieta por el Museo Victoria & Albert, de Londres.
María Antonieta fue conocida por sus gustos extravagantes, y esta pieza no es la excepción. Fue creada como parte de un set completo en 1788 para la habitación privada de la reina —el Gabinete Particular del Palacio de Saint-Cloud—, por uno de los mejores fabricantes de muebles de París, Jean-Baptiste-Claude Sené.
Posteriormente fue pintado por el igualmente célebre Louis-François Chatard. Aunque ambos eran los artesanos favoritos de Luis XVI y María Antonieta, este trabajo no fue una tarea fácil.
Piezas como ésta han recibido incontables retoques con el paso de los siglos y, a medida que los métodos de investigación y las técnicas de trabajo evolucionan, se han logrado revelar y corregir las fallas y deficiencias de esfuerzos anteriores.
Luego de un exhaustivo estudio realizado sobre una pieza de la colección del Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, se llegó a la conclusión de que la pieza había sido originalmente tapizada con tela blanca bordada a mano, la cual contenía un patrón floral. Como puedes ver, la diferencia es sorprendente.
Preservación
A la luz de estos hallazgos, el proceso de restauración del Museo Victoria & Albert requirió la eliminación de varios elementos de la silla de forma que pudiera ser limpiada cuidadosamente y así poder eliminar el polvo que el tiempo dejó adherido a la pieza.
Consolidación y fortalecimiento
Cada pieza de la silla fue retocada con un pegamento de piel de conejo diluido para preservar los elementos originales y reforzar la estructura.
Reparación y reemplazos
Finalmente, es importante señalar que este proyecto de restauración fue la oportunidad perfecta para aplicar soluciones con tecnologías de última generación: la pieza original fue tallada a mano, pero herramientas modernas permitieron a los restauradores sustituir una parte de la cresta de la silla que se encontraba rota.
La escanearon, invirtieron el sentido del diseño y la imprimieron en 3D, creando así una pieza totalmente nueva para reemplazar la parte dañada sin alterar el diseño original.
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