Historia del fotolibro
Explora el origen de este objeto que ha ayudado a difundir masivamente la obra de fotógrafos de todo el mundo
Mariela Sancari (@marielasancari) es una fotógrafa y artista visual argentina radicada en México. De la mano del equipo de Image Center creó FOLIO, la primera colección pública de la Ciudad de México, enfocada en fotolibros de artistas y editores de todo el mundo.
Para ella, el libro debe ser visto como un sistema, como un objeto y como una experiencia. Sigue leyendo y descubre el enfoque planteado por Mariela, mientras recorres el papel social y artístico de los fotolibros a lo largo de los años.
Una colección completa
El autor británico Gerry Badger y el fotógrafo Martin Parr coeditaron la trilogía El fotolibro: una historia (volúmenes 1, 2 y 3). La primera parte de esta colección incluye 200 de los fotolibros más importantes de la historia desde una perspectiva artística y cultural. Ellos explican:
El fotolibro es un libro muy particular sobre fotografía, en el que las imágenes prevalecen sobre el texto, y la unión del trabajo de fotógrafo, editor y diseñador gráfico ayudan a construir una narrativa visual completa.
Orígenes
El primer fotolibro, Fotografías de algas británicas: impresiones de cianotipo (1843-1853), es una creación de Anna Atkins inspirada en el interés de ayudar a los científicos a identificar especímenes marinos. Las fotografías están impresas con el proceso de cianotipo, haciendo impresiones de muestras reales en contacto con el papel sensible a la luz.
El fotolibro más importante
En 1938, Walker Evans se convirtió en el primer fotógrafo exhibir en el Museo de arte Moderno de Nueva York. Su muestra incluyó la publicación de Fotografías estadounidenses, que hasta hoy sigue siendo considerado el fotolibro más importante de la historia. Sumérgete en los Estados Unidos de 1930 con este video:
Tradición japonesa
Durante el siglo XX, Japón experimentó una rápida transformación social y cultural, y los fotolibros fueron parte de ella. Shansū es la palabra con la que se denomina a estos objetos, los cuales concentran la captura de momentos históricos de aquel país.
Fue en los años sesenta y setenta que el fotolibro se popularizó como una forma de arte en Japón. Su combinación de diseño, las técnicas de impresión y los materiales con los que se producen lo colocaron en esta categoría, pues hoy en día es imposible discutir la historia de la fotografía japonesa sin incluir los proyectos de este tipo, que hoy inspiran a artistas de todo el mundo.
Fotolibros japoneses de 1960 y 1970, de Ivan Vartanian y Ryuichi Kaneko, es una publicación que ofrece una selección de materiales de esa época que incluye trabajos reconocidos internacionalmente y otros más bien desconocidos.
En 1986, Masahisa Fukase publicó el libro Karasu - La soledad de los cuervos, en el que experimentó con película de color, impresión de exposición múltiple y texto narrativo. Karasu es considerado como una visión de la psique japonesa de la posguerra, y en 2010 el British Journal of Photography le otorgó el premio al mejor álbum de fotos de los últimos 25 años.
París modernista
El artista húngaro Brassaï capturó la esencia de París en 1933 en el destacado fotolibro Paris de Nuit. Con un texto de Paul Morand incluido en un ensayo de Henry Miller, fue descrito como "el ojo de París". Brassaï retrató en él a la alta sociedad de la Ciudad de la Luz, así como a su lado más sórdido en un estilo de diseño bastante adelantado a su tiempo. Para ello, fotografió a muchos de sus amigos artistas, incluidos Salvador Dalí, Pablo Picasso, Henri Matisse, Alberto Giacometti y escritores como Jean Genet y Henri Michaux.
Si quieres aprender más sobre cómo se maqueta lleva a la realidad la idea de un fotolibro, apúntate al curso Fotolibros: conceptualización y materialidad, de Mariela Sancari, en el que descubrirás formas de leer narrativas complejas con imágenes este tipo de libros, enfocándote en entender el desarrollo del concepto del libro, y profundizando en su relación con la realidad.
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