Hilo, tela, agujas y alquimia, por Noemí Diamante
Conoce, paso a paso, el proceso que esta artista mexicana realiza para crear sus mágicas piezas
Noemí Diamante comenzó su camino en el bordado a los 8 años; lo heredó de su abuela, una profesional de la técnica que decidió transmitirle su conocimiento a la mamá de Noemí, quien a su vez lo compartía con ella durante sus vacaciones. Ella quedó enamorada desde el primer momento y nunca lo dejó de hacer: "Me gusta mucho la idea de poder hacer con las manos; creo que, más allá de tener un valor estético, el bordado lleva consigo una carga energética de quien lo realiza".
Influenciada por la obra de Violeta Parra y Anni Albers, su gusto por observar, su amor por coleccionar imágenes e internet la llevaron a trabajar en una estética distintiva, y a impartir talleres de bordado a niños y adultos entusiastas de la técnica en diversos centros culturales e instituciones públicas de México.
Noemí comparte con Domestika parte del proceso de creación de algunas de sus piezas más icónicas: las manitas de la suerte.

Noemí reúne en su trabajo el amor e inspiración por la naturaleza, el sol, la tierra, el agua, el aire, la astrología y el cuerpo: "Es fascinante conocer todas las cosas que pasan más allá de lo que vemos y oímos. Desde hace muy poco mi naturaleza me empezó a inspirar también, mi cuerpo y mi lugar como mujer y persona en el mundo. El bordado me ha ayudado a conocerme y poder repasarme para aprenderme, es algo muy valioso. Además me gusta mucho la astrología, encuentro en ella una guía para descubrir y descubrirme".
1. Primero, trazos
La artista mexicana inicia siempre dibujando una forma muy básica de lo que quiere hacer. Trabaja en un cuaderno de hojas lisas para tener mayor libertad en sus trazos, siempre con un lápiz hb para poder borrar sin problema.
2. Del papel a la tela
Cuando decide quedarse con una de sus ideas, pasa la forma inicial (dibujo) a la tela. Por lo general utiliza telas de algodón, como la manta. Traza la tela con lápiz o plumón borrable, jamás con bolígrafo, ya que siempre es más difícil que la marca de este se vaya cuando el lienzo se lava.
Después, elige un bastidor y la aguja ideales para trabajar: "Sobre los bastidores, me gusta mucho usar de madera o plástico en un diámetro pequeño que, al momento de bordar, me permita ayudarme de mi dedo pulgar todo el tiempo. Sobre las agujas, acostumbro usar agujas de caneva en un número pequeño, como el 22, que me ayudarán a ser mas precisa en mis puntadas".
3. Paleta de color
Continua con la selección de los colores e hilos: "cuando realizo las 'manitas de la suerte', siempre pienso en la persona a la que se la haré. Cada manita representa el signo zodiacal de esa persona. Si es alguien cercano a quien conozco, pienso en los colores que me transmite y así elijo los hilos con los que trabajaré. Si es alguien que no conozco, le pregunto siempre qué colores le gustan".
Algo importante de mencionar es que Noemí siempre tiene en orden sus materiales, en especial los hilos; esto le facilita encontrar lo que quiere utilizar, y aunque no maneja un control de códigos de color (porque utiliza muchas marcas de hilos), trata de mantenerlos separados por tipo (vela, perlé, cristal) y color.
4. Bordado y Alquimia
Noemí parte bordando las formas que tiene bien definidas desde el boceto; en este caso, la forma de la mano y el ojo, y utiliza puntadas de contorno.
Para este tipo de piezas, dependiendo del signo zodiacal que bordará, elige los símbolos que se integrarán en la manita; estos símbolos son los que en la Alquimia fueron asignados a ciertos elementos, metales y planetas, y ella utiliza los que se relacionan con el signo que está representando.
5. Experimentación
Una vez terminados los elementos principales, comienza una fase que le da a cada pieza de Noemí un aspecto único: "a cada trabajo le bordo cosas distintas, hago lo que se me ocurre en el momento, experimento con diferentes puntadas o hilos sin dejar de lado la armonía de la pieza".
6. Remojar, secar y fijar
Con la pieza lista, Noemí deja remojar el bordado por una noche en agua con jabón para que se limpie cualquier rastro de lápiz o polvo que haya adquirido en el proceso. La deja extendida en un recipiente amplio para que no se arrugue.
Pasado el tiempo, la deja secar, y si es necesario, la plancha para después cortar la forma de la manita y con alfileres fijarla en otro lienzo de tela previamente seleccionado, y con un punto festón cose la manita a la tela. Noemí aconseja siempre usar fieltro, ya que esta tela ayudará a mantener fijo el bordado por más tiempo.
7. Firma y marco
Noemí coloca en la parte posterior del nuevo lienzo su firma bordada (un diamante) y el signo representado por la manita. Finalmente, coloca la pieza en un marco de madera, tensa cada una de las esquinas con un hilo grueso... y listo, la pieza está lista para ser colgada en su nuevo hogar.
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1 comentario
meruxapaint
Gracias Noemi, por enseñarnos tu técnica. Me parece unos trabajos preciosos y super creativos. Enhorabuena.