El secreto de Carlos Pacheco para dibujar superhéroes, en Domestika Maestros

Uno de los primeros ilustradores españoles en trabajar para Marvel y DC nos revela los secretos de su exitosa carrera

Mucho antes de que los superhéroes conquistasen el mundo, el historietista Carlos Pacheco @carlospach (San Roque, Cádiz, 1962) ya los trataba como si fuesen viejos amigos. Él, que creció con las aventuras de los Vengadores, los X-Men y el resto de innumerables personajes de Marvel y DC, cumplió con apenas treinta años el sueño de muchos: convertirse en dibujante profesional de superhéroes para ambos sellos editoriales.

Descubrimos junto a él las claves de su impresionante carrera, los secretos de su estilo y, sobre todo, cuál es la fórmula para saber dibujar un buen puñetazo.

De Smallville a Metrópolis

Cuando Pacheco era todavía muy pequeño, alguien le puso un cómic en las manos. Eso, como él mismo reconoce, cambió su vida para siempre. Aficionado a las viñetas desde que tiene uso de memoria, el gaditano se pasaría el resto de su infancia y adolescencia dibujando, dibujando y dibujando. El cómic de superhéroes se le antojaba el último reducto de dibujo realista de la figura humana, y no paró hasta que consiguió dominar la técnica, de forma autodidacta.

Formado en Ciencias Biológicas, Pacheco se inició en su carrera profesional como historietista después de participar en diferentes publicaciones de las escena del fanzine. En 1982, vio publicada alguna historieta en la sección del aficionado de Comix Internacional.

A finales de los ochenta, Pacheco empezó a colaborar con Planeta De Agostini, dibujando las versiones para España de las portadas de cómics estadounidenses que la editorial publicaba. Fue su primer contacto profesional con los superhéroes, pero él quería más: no le bastaba con dibujar portadas, él quería encargarse de lo que había tras ellas. Así que decidió plantarse en Marvel, con su trabajo bajo el brazo.

Allí les encantó el estilo de Pacheco, pero tuvo que pasar aún un tiempo antes de que le llamasen de la división británica de Marvel, para que empezase a trabajar con ellos. Un año después, sin embargo, Marvel UK cerró. Afortunadamente, tanto en Marvel como en DC, la otra gran casa editorial de superhéroes, eran conscientes del enorme talento del español, y pronto le llamaron (¡el mismo día!) para proponerle trabajar en alguna de sus colecciones. Pacheco lo había conseguido.

"Para mí fue, no lo puedo describir, la posibilidad de dibujar a los personajes con los que había crecido, con los que me había transformado a lo largo de los años, para mí eso era indescriptible, una emoción absoluta", recuerda el historietista.

Salvando el mundo desde San Roque

Lo que seguiría es casi treinta años de trabajo ininterrumpido para Marvel y DC, en los que Pacheco ha tenido la oportunidad de dibujar a prácticamente todos los superhéroes populares: desde Batman o Superman hasta el elenco completo de los X-Men, pasando por los Vengadores en varias de sus formaciones, y decenas de personajes tal vez menos conocidos pero igualmente fascinantes.

"Para mí, el estilo de superhéroe definitivo es el que marca Marvel durante una época. Y creo que es lo que hizo que los tebeos Marvel tuvieran una personalidad propia. Es dibujar siempre el inicio y el final del movimiento y nunca movimientos intermedios. Un puñetazo de un superhéroe Marvel era un señor puñetazo, nada que ver con los que daba Superman o los que daban los superhéroes de DC", explica Pacheco.

Durante años Pacheco ha sido uno de los autores favoritos de los aficionados, entre otras cosas por su capacidad para dibujar a los héroes en su escala humana y su gusto para recrear escenas cotidianas. Además, sus enfoques y perspectivas innovadoras y sus capacidades para dibujar a los héroes en acción le han aupado a las primeras posiciones de autores favoritos de los aficionados al cómic en todo el mundo.

En sus manos y en las de guionistas emblemáticos como Kurt Busiek, con el que Pacheco ha trabajado en series superheroicas pero también en trabajos personales como "Arrowsmith", cualquier personaje cobra vida gracias a la mágica combinación entre texto e imagen, entre gráfica y narrativa, de la que solo es capaz el cómic.

Desde 2016 hay una avenida en San Roque, el pequeño pueblo donde nació Pacheco, que lleva su nombre. Allí sigue trabajando a destajo el autor, un pionero que abrió el camino a decenas de historietistas españoles con su talento, perseverancia y esfuerzo. Como él mismo dice, "yo lo que siempre supe es que, al menos, quería intentarlo".

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