Tipos de bordado mexicano (II): bordado oaxaqueño
Descubre esta tradición textil del estado de Oaxaca, qué representa y para qué se usa
La variedad de bordados mexicanos es inmensa como también los son sus usos y su simbología. Ya hablamos del bordado tenango y esta vez hablaremos del arte de decorar la tela con hilo propia del estado mexicano de Oaxaca. Aunque siempre resulta difícil hablar de un arte que data de siglos, aquí os dejamos unas claves para conocerlo mejor.

Oaxaca, tradición y naturaleza
Si algo destaca de este estado son sus artesanías: sus alebrijes, su alfarería y, especialmente, su tradición textil. Esta tradición está marcada por el cultivo de las fibras vegetales con las que posteriormente se realizan las prendas; además, muchas de las comunidades que las realizan abogan por el uso de tintes naturales para los hilos lo que dota a sus piezas de un profundo sentido artesanal y auténtico.
Historia prehispánica y colonial
Las mismas comunidades indigenas de la zona son las que han ayudado a mantener, en la medida de los posible, esta tradición que tiene reminiscencias prehispánicas y coloniales en sus diseños, que en su mayoría se inspiran en la naturaleza de los valles de la región.

Utilidad y decoración
Los artículos que más se realizan con este tipo de bordado con manteles, servilletas, tapetes, cojines, cortinas… Suelen tener una función utilitaria pero al mismo tiempo decorativa. Muchos pueden recoger símbolos con un determinado valor o creencia, otras sencillamente muestran la belleza de las flores al abrirse.
Aunque hacerlo a mano es una opción siempre disponible, el bordado oaxaqueño se caracteriza también por el uso de telares (el más popular el de cintura). Normalmente, están realizados en algodón aunque algunos se han ido modificando con la incorporación de abalorios, lanas o sedas.

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