Conoce a la bordadora argentina Sofia Salazar
La diseñadora nos explica su proceso creativo bordando con aguja Kantan y cómo ha convertido su pasión en su forma de vida
Sofía Salazar es una joven diseñadora textil argentina que actualmente reside en Inglaterra. Crea bordados en diferentes prendas y formatos y realiza ilustraciones e impresiones en serigrafía. En sus diseños se aprecia rápidamente su amor por la naturaleza del cuerpo humano, por los rostros femeninos y por las formas geométricas.
Desde hace algunos años, Sofía se dedica únicamente al bordado –con una aguja muy especial: la Kantan– y a la ilustración, pasión que ha convertido en su profesión y con la que quiere fomentar, sin ningún tipo de pretensión, el debate sobre la sexualidad, el género y los cánones de belleza establecidos.
Hemos hablado con ella para que nos cuente cómo empezó en el bordado y cómo ha conseguido tener tanto éxito internacional a través de su cuenta de Instagram.
¿Cómo y por qué empezaste a bordar y a dibujar?
Empecé a dibujar mucho antes de que me iniciara en el bordado, desde pequeña es la cosa que más me gusta hacer. Todo lo que hago deriva de ahí de algún modo. A bordar empecé hace unos tres años, porque quería pasar mis dibujos a mi ropa de alguna manera inmediata –los procesos de estampado por lo general necesitan mucha preparación y materiales– . Así que aprendí de forma autodidacta, mirando referencias en internet y en unos libros que encontré en la biblioteca.
Desde pequeña tuve mucho contacto con el mundo artístico, pues mis padres estudiaron arte y realizaban siempre trabajos con las manos.
¿Por qué te decantaste por la aguja Kantan?
Me gusta ver cómo se hacen las cosas, diferentes técnicas, no solo de bordado, y quise saber qué era lo que se veía en los videos de Chanel de alta costura. Supongo que lo que hace que prefiera esa forma de bordar sobre otras es el movimiento y el ritmo repetitivo que me parece un poco hipnótico.
¿Cuáles son tus fuentes de inspiración y tus influencias?
Lo que más me gusta son los museos. Me gustan más los arqueológicos que los de arte. Me gustan los libros viejos, las enciclopedias ilustradas. Me encantan las esculturas y los edificios Art Deco. Las cajas de fósforos japonesas, los posters y el diseño gráfico soviético.
Me encantan las películas, aunque creo que no tienen una influencia directa en mi trabajo.
¿Qué quieres comunicar con tus trabajos?
En la mayoría de ocasiones realizo una representación bastante literal de lo que está pasando por mi cabeza. Trabajo más por una necesidad de calmar mi ansiedad que por mostrarle algo al resto. Claramente necesito que haya alguien al otro lado viendo mi trabajo, pero el proceso de creación tiene que ver más conmigo que con lo que quiero comunicar.
Los temáticas que más me interesa plasmar en mis trabajos son la sexualidad, el género, la belleza, el humor, el cuerpo, los gestos...
¿Cómo es tu proceso creativo desde la idea hasta la pieza final?
Me cuesta muchísimo lo digital, así que para mí todo empieza con un dibujo en el papel. Hay ocasiones en las que un bordado sale de alguno de mis sketchbooks y hay otras en las que el plan, desde el comienzo, es un bordado para una prenda o para un tapiz y voy desde una idea muy vaga afinando detalles hasta tener una composición interesante. No suele pasar que improvise los diseños, necesito pensar las cosas antes.
Tras finalizar el dibujo, lo traspaso a la tela y pruebo los colores. No es un proceso complejo, definitivamente lo más difícil es lograr un buen dibujo de base.
¿Cómo de importante ha sido la plataforma Instagram en tu carrera?
Muy importante, pues me permitió llegar a un público enorme y a veces muy lejano. A conocer y ponerme en contacto con otros artistas y conseguir participar en proyectos que de otra manera no me imagino cómo me podrían haber llegado.
¿Qué es lo más importante a tener en cuenta cuando subes un vídeo de tu proceso en Instagram?
Si bien no hay receta que me asegure el éxito de un buen vídeo, hay cosas que no puedo dejar al azar, como son la la luz, el color, el contraste, los brillos –tienen que estar muy altos– y las sombras, el cover que elijo, que el vídeo no tarde mucho en empezar, que se entienda el dibujo que estoy bordando, que no se escuche gente hablar de fondo... y ¡tratar de no equivocarme a la mitad por estar mirando la pantalla mientras filmo!
¿Cómo funciona el negocio de venta de diseños propios?
Voy agregando diseños nuevos a mi catálogo online, siempre disponible para ver en mi sitio web. Una vez por mes anuncio que voy a estar tomando órdenes y después me encargo de hacerlas. Todas las prendas son bajo pedido, así que siempre hay un margen para la personalización, ya sea eligiendo los colores o simplemente pidiéndome que haga alguna nueva combinación a mi criterio.
Puedes ver todo lo que hace Sophia Salazar en su cuenta de Instagram: @__hiedra__.
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