Esta artista redime a las mujeres asiáticas y su identidad cultural
El Pop Art, la tradición oriental y el poder femenino se reúnen en esta gran artista
Yuko Shimizu es una ilustradora y artista nacida en Tokio en 1963. A los 12 años vivió en Nueva York durante cuatro años, algo que hizo que, desde ese momento, la esencia occidental se arraigara en su persona.
Aunque el arte siempre fue su pasión, regresó a Japón para estudiar publicidad y marketing y trabajó como relaciones públicas corporativas, pero durante este tiempo siempre siguió dibujando. En 1999, tras un periodo de crisis, decidió que vivir en la Gran Manzana y convertirse en artista era lo que quería hacer por el resto de su vida.
Melancholy of Mechagirl, 2013.
Emigró para seguir su sueño de la infancia, se graduó con una maestría en Bellas Artes en la Escuela de Artes Visuales (SVA) en 2003, institución en la que actualmente es profesora. Su trabajo le ha otorgado renombre mundial a través de colaboraciones con grandes marcas como The Gap, Nike, Pepsi, VISA, Microsoft y Target, o como en portadas de libros publicadas por Penguin, Scholastic o DC Comics; además, sus ilustraciones han embellecido las páginas de The New York Times, Time, Rolling Stone y The New Yorker.
Shimizu tiene un estilo que combina las raíces de su vida oriental con el Pop Art y la psicodelia del mundo occidental, y logran transmitir la influencia directa del manga y los cómics de los 60 y 70, aunque varias veces ha mencionado que odia esta parte arraigada en su cultura visual. Por otro lado, se nutre del diseño gráfico y mobiliario, la lectura, especialmente las novelas, y la investigación sobre cualquier tema, y está influenciada por la mentalidad e innovación de personajes como Bjork, Haruki Murakami, Wong Kar-Wai y Stefan Sagmeister.
Fujimama Sakura-Fubuki, 2007.
Crea imágenes llenas de textura, precisas y evocadoras, pero siempre honestas respecto a lo que conforma su persona. Ejemplo de ello es su ejecución gráfica: da inicio a sus bocetos por medio de pinceles de caligrafía japonesa, plumillas de dibujo, lápices y tinta china. Del pincel obtiene su estilo de línea, una combinación muy suave entre lo fino y lo grueso que demuestra mayor control, partiendo de la base del arte tradicional. Pero una vez terminada esa parte, transfiere todo a digital para colorear por medio de Photoshop, como bien dice ella:
Se necesitan años para aprender a dibujar y pintar. El ordenador no te convertirá en artista. Es importante aprender a usar las manos antes de pasar al arte digital.
Si bien su temática varía, excluyendo sus piezas comisionadas, Shimizu se centra en problemas sociales como el sexo, la raza o la identidad cultural, siendo este último con lo que más se ha enfrentado, ya que los japoneses consideran su trabajo como "gaijin", y los occidentales piensan que su trabajo es muy "japonés", aunque ella no lo considera ninguno de los dos.
Pero sobre todo se enfoca en derrocar la idea que marca a las mujeres asiáticas como sumisas, de ser voz para esos sentimientos callados, plasmando a las mujeres japonesas como figuras poderosas, sensuales, complejas y valientes.
X FUNS no.19 cover, 2005.
THE WORD Now Hear This CD, 2007.
Fujiyama Geisha Rio De Janeiro, 2004.
MORIBITO #2, 2008.
THE SANDMAN The Dream Hunters #4, 2009.
SK-II Art, 2017.
SVA New York subway poster series, 2017.
Barbarella variant cover, 2018.
YUKO SHIMIZU - @yukoart.
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