Anni Albers, pionera en el renacer moderno del arte textil
La mujer que tejió y nos enseñó que el hilo y la aguja también pueden generar arte.
Nacida el 12 de junio de 1899, Annelise Elsa Frieda Fleischmann, mejor conocida como Anni Albers, es originaria de Berlín. Hija de familia adinerada, gracias a la industria editorial y mobiliaria, se reveló para poder ser estudiante de arte, ya que siempre mostró una pasión hacía lo creativo. Y en 1922, con 23 años, fue aceptada en la Bauhaus, escuela de vanguardia ícono en la historia por su objetivo de lograr que el arte y el diseño fueran funcionales y accesibles para todos.
Si bien la escuela se proclamaba en favor de la igualdad de género, la realidad era otra, ya que acorde a su fundador, Walter Gropius, no era aconsejable que las mujeres trabajaran en áreas como los talleres de carpintería, metal o vidrio, limitándolas a las clases textiles, de encauadernación y cerámica. La joven artista no estuvo conforme, pero lo aceptó, tomando el material y las técnicas para tener un acercamiento experimental por medio de la línea ondulada y el patrón geométrico, aprendiendo las bases del tejido gracias a Gunta Stolzl, y los principios de la abstracción, símbolos y colores a través de Paul Klee.
Helen M. Post © 2017 The Josef and Anni Albers Foundation.
Fue así que fusionó el arte textil y su admiración por la cultura prehispánica de Perú, con la esencia del arte abstracto, el cual se limitaba únicamente a la pintura en manos del propio Klee, Kandinsky, y su futuro esposo, el pintor, diseñador y fotógrafo Josef Alberts, quien en ese entonces era un estudiante en el taller de vidrio; 11 años mayor que ella, terminaría siendo uno de los abstraccionistas geométricos más importantes de mediados del siglo XX. Su matrimonio de casi 50 años estuvo rodeado de arte, enseñanza, escritura y viajes juntos.
Anni predicaba la misma filosofía que su maestro Klee: "El proceso es más importante que el resultado y forma final", a la que sumó la misión de la Bauhaus a través de la conjunción de forma y función, facilidad de producción y experimentación. Tomando el telar y el tejido a mano para crear patrones geométricos en materiales orgánicos y sintéticos, formas y líneas en colores y gradientes caleidoscópicos, que parecían saltar de la tela. Este trabajo la llevó a diseñar un revestimiento de pared para el nuevo auditorio de la escuela, que resultó en una increíble mezcla de celofán y algodón, para posteriormente, en 1931, ser directora del taller textil.
Study for an unexecuted wallhanging, 1926 © 2017 The Josef and Anni Albers Foundation/Artists Rights Society (ARS), New York/DACS, London.
En 1933, tras el cierre de la Bauhaus, decide migrar a Estados Unidos con su esposo, donde fue contratada como maestra en otro referente del arte: el Black Mountain College de Carolina del Norte. A partir de ese entonces, la artista comenzó a investigar y documentar todas sus teorías sobre el textil, lo que permitió entender el desarrollo del arte en fibra, a la par que realizaba más obra inspirada por las técnicas de tejido andino, y piezas en serigrafía, litografía y offset.
Su obra ha sido descrita como una fantasía infinita dentro del mundo de hilos, cuya presentación, construcción y conceptos transmiten fuerza, alegría y misterio. Ella misma la nombró como "tejido pictórico", convirtiendo al hilo en un portador de significado. También expandió al arte abstracto más allá de la pintura y la escultura, pero sobretodo, comenzó la ruptura de la creencia que las telas son solamente "trabajo de la mujer", permitiendo la creación y difusión igualitaria del arte.
Intersecting, 1962. Josef Albers Museum Quadrat Bottrop © 2018 The Josef and Anni Albers Foundation/Artists Rights Society (ARS), New York/DACS, London.
Ancient Writing, 1936 © 2018 The Josef and Anni Albers Foundation/Artists Rights Society (ARS), New York/DACS, London.
Pasture, 1958 © 2018 The Josef and Anni Albers Foundation/Artists Rights Society (ARS), New York/DACS, London.
"Algo nos habla, un sonido, un toque, una dureza o una suavidad, nos atrapa y nos pide que nos formemos. Estamos encontrando nuestro idioma y, a medida que avanzamos, aprendemos a conocer sus reglas y límites".– Anni Albers.
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