Cartelería del cine de terror: tres épocas, tres Dráculas
El lettering y el diseño de los pósters de terror han evolucionado desde sus orígenes. Lo comprobamos con tres carteles de Drácula de épocas distintas: el mismo personaje, tres enfoques diferentes.
Aunque la primera adaptación de la novela de Bram Stoker fue el 'Nosferatu' de Murnau, la película que asentó muchos de los rasgos típicos del Drácula de la cultura popular contemporánea fue el título homónimo producido en Hollywood por Universal. El público de 1931 asistió a un espectáculo de terror gótico y teatral como no habían visto en su vida, y la cartelería de la época supo estar a la altura. Con rasgos heredados del expresionismo alemán, como los patrones geométricos de telaraña y el juego con los claroscuros, Hollywood puso toda la carne en el asador al momento de promocionar su primer ciclo de películas de monstruos, con ejemplos de diseño brillantes que todavía tienen mucho que enseñarnos a día de hoy: algunos de los pósters originales del estreno de 'Dracula' se subastan por cientos de miles de dólares.
Movie Poster Image Art/MoviePix/Getty Images
Cuando el primer ciclo de películas de monstruos quedó caduco, pasaron bastantes años antes de que alguien supiese dar con la tecla para revitalizar al personaje de Drácula. La productora británica Hammer dio en el clavo gracias a varios ingredientes clave: el uso libre y alucinado del Technicolor, que dio luz y matices a un mito que hasta el momento era en blanco y negro; el protagonismo de Christopher Lee, el único a la altura del Bela Lugosi original; y el aumento de las referencias eróticas y, en filmes posteriores, directamente sexuales, que siempre habían puntuado el mito del vampiro. El póster de la cuarta entrega de la saga de Drácula, 'Dracula has Risen from The Grave', de 1968, demuestra, sin embargo, que sugerir siempre es mejor que mostrar.
Movie Poster Image Art/MoviePix/Getty Images
El camino hacia el erotismo y la sangre color rojo chillón que habían emprendido en Hammer sería recorrido hasta sus últimas consecuencias por Paul Morrissey en 'Blood for Dracula', cinta producida por Andy Warhol cuyas tres características esenciales son el sexo, el gore y el preciosismo en la fotografía y el diseño de escenarios. Pero, claro está, tan fanáticos como eran del barroquismo del cine clásico de monstruos, su propuesta de cartelería tenía que asemejarse a las de aquellos filmes: el resultado es una solución kitsch, excesiva, de programa doble de serie B o Z. Exactamente lo que Morrissey quería que fuese su película.
Movie Poster Image Art/MoviePix/Getty Images
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