Dorothea Tanning, la surrealista que conquistó un movimiento de hombres
Ni madre ni musa, la surrealista por fin encuentra su espacio.
La puerta que conduce a otra puerta, la puerta que abre otro espacio al arte, la puerta que no se cierra. Las puertas de Dorothea Tanning invitan a entrar en su vida, en la primera retrospectiva de su trabajo en el Museo Reina Sofía de Madrid (del 2 de octubre al 7 de enero). Más de 150 obras de arte creadas entre 1936 y 1997 donde la gama de medios y expresiones utilizados parece infinita.
Muchos la citarán como la que fue durante 34 años mujer de Max Ernst pero Dorothea fue, claramente, mucho más. Tuvo nombre, apellidos y arte propio. Con el surrealismo creó un espacio entre varias realidades que le permitió explorar más allá de lo tangible, un mundo de sueños y miedos.
Tanning jugó con las pinturas, dibujos, collages, esculturas e instalaciones para generar la ausencia de límites; por eso ella misma abre y cierra la exposición. Dos autorretratos separados por el tiempo donde se aprecian sus dos caras: Artista y mujer. Diferenciadas, porque Tanning se negó sistemáticamente a ser etiquetada como mujer artista, ya que es una contradicción como la de hombre artista, y en 1990 sentenció: "Puedes ser mujer y puedes ser artista; pero lo primero es un hecho y lo otro eres tú".

Tanning, Dorothea. (1994) Endgame, Colección Harold y Gertrud Parker.

Tanning, Dorothea. (1940) Deirdre, Colección particular.

Tanning, Dorothea. (1985-1987)Woman Artist, Nude, Standing. Nueva York, The Destina Foundation.

Bruce, Robert. (1948) Dorothea Tanning [Fotografía], Archives of American Art, Smithsonian Institution.
1 comentario
naturholzbett
genial! danke