• El Punto • {Proyecto Final de Ilustración: Cuento infantil}

Cuento infantil ilustrado realizado para Proyecto Final de Grado Superior de Artes Plásticas y Diseño especializado en Ilustración. Escuela de Arte de Zaragoza.

Proyecto de Ilustración: Reedición de la conocida obra del artista Peter H. Reynolds, con ilustraciones enfocadas a un público infantil de mayor edad. | Año 2012 ©

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El producto es el desarrollo ilustrativo de un cuento literario infantil que habla de la importancia de dar las posibilidades de desarrollar la capacidad creativa desde la motivación positiva. Ofrece un enorme potencial para trabajar a nivel educativo, y muchas veces el mensaje es más efectivo cuando se utiliza un lenguaje sencillo y se ofrecen historias que nos puedan emocionar y hacer pensar.

Aunque el libro pueda parecer en un principio un simple cuento infantil, lo cierto es que con “El Punto” Peter Reynolds nos da una importante lección de metodología. En el mundo de la enseñanza es frecuente ver cómo una persona o un grupo va fracasando sistemáticamente y, sin embargo, a veces encuentran un maestro o maestra que es capaz de sacar lo mejor de ellos.

La publicación forma parte del mercado de la literatura infantil y se sitúa en el ámbito de comunicación gráfica de la ilustración editorial, dirigido a un público de edad que va de los 8 a los 12 años. Son 24 ilustraciones a doble página en un formato de 20x20 cm.

“El punto” destaca entre las obras que intentan despertar la creatividad artística de los más pequeños porque su argumento habla, de modo sencillo pero inteligente, del valor que puede acabar teniendo un pequeño impulso de ánimo, haciendo hincapié en conceptos tan importantes del proceso artístico como son: Las ideas, la creatividad, la valentía, la originalidad, la expresión y la necesidad de compartir la experiencia artística individual.

En esta historia la protagonista es una niña llamada Vashti. Ella no cree en su capacidad creativa pero, al final, se vuelve experta en hacer puntos. Al principio lo único que podía hacer era un simple e insignificante punto con rabia y desgana, pero es el inicio de un camino que le lleva a convertirse en lo mejor que podía hacer, porque su obra era élla misma, sin pretensiones, sin copiar a otros, sin querer impresionar a nadie. Por eso resulta tan valiosa su experiencia.

El propósito es hacer llegar este motivador mensaje a un público con una franja de edad mayor de la que establece el autor de la historia en su publicación, la cual va dirigida a niños de 0 a 4 años. Es entre los 8 y los 12 años cuando empieza a despertar la emoción artística y nace el interés por la descripción detallada del relato.

“¿Por qué un cuento? Los que no saben piensan que es para entretener, pero no es así. Es que los cuentos tienen el poder de transformar lo cotidiano; llaman a los miedos y temores por sus nombres y aluden a ellos entre canciones. Así, los miedos y temores se amansan...Claro que los cuentos son para los niños. Especialmente para los niños que viven dentro de nosotros ...”

Peter H. Reynolds

Este proyecto, además de ser una historia con la que me siento realmente identificada resultó en una experiencia increíble para mí; un suceso clave en mi vida y, como no podía ser de otra manera, al igual que en esta historia yo tengo también no una, sino dos maestras a las que agradecer muchísimo. Una estuvo en los comienzos, otra estuvo en el final. Ambas dos mujeres entregadas profundamente a su vocación y que aman la enseñanza, involucrándose con sus alumnos al nivel de ayudarnos incluso en aspectos de la vida personal. Grandes maestras que tuve el placer, el honor y la gran suerte de conocer en la Escuela de Arte de Zaragoza.

Beatriz Zamorano y Maite Morales.
Gracias de corazón.