Crónicas Polacas III: Camino de Wroclaw entre jardines románticos y palacios
by Manuel Pérez Báñez @manuel_pb
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Día 3.
Continuación de la crónica anterior
Ya en carretera tras un copioso desayuno en el Hotel de esos que llaman “continental” y con Mario ya afortunamente restablecido de sus males, enfilamos ruta hacia nuestro próximo destino: Wroclaw. Sobre la marcha vamos planificando hacer una escala en algún lugar que nos pillara más o menos de paso y tuviera algo que ver.
Decidimos hacer escala en la localidad de Nieborów para visitar el jardín romántico de Arcadia. Helena Przeździeckich esposa de Radziwił ( de quien comentaré algo más abajo, cuando hable de su palacio), fundó cerca de Nieborów el famoso jardín romántico inglés Arkadia, con estanques, pabellones imitando ruinas clásicas y obras de arte, sobre todo el arte antiguo, griego y romano.
Esta instantánea "clásica" a uno de nuestros zagales nos costó una sonora reprimenda (en polaco) del guardia del parque. Lo que estaba claro es que hicimos mal, no sé si por pisar el cesped o por suberse a la columna.
Distinos enclaves o "postales" de los Jardines de la Arcadia. He seleccionado fotos tanto en color como en blanco y negro, porque el motivo y el encuadre me lo pedía...
Por lo visto hay una tradición polaca de hacerse las fotos de la boda pasados unos días después de la celebración, por lo que los novios vuelven a vestirse para la ocasión para la sesión fotográfica. Parece ser que este enclave es un destino popular para los reportajes de bodas porque vimos unos cuantos. También vimos a chavales rodando en vídeo una especie de corto y a modelos haciendose sesiones de fotos artísticas.
Tras el " romático" paseo , nuevamente un descanso, unas cervezas y un tentenpié en un bar de la zona que tenía este curioso comedor en forma de iglú acristalado.
En las inmediaciones visitamos también el Palacio Radziwill y los jardines Nieborów
El palacio fue construido en el siglo XVI y sobrevivió hasta el final del siglo XVII. Desde 1766 fue propiedad de Michal Kazimierz Ogiński, quien transformó el interior del palacio en estilo rococó. En 1774 se convirtió en la propiedad de Prince Michael Jerome Radziwił, voivoda de Vilnius y más tarde uno de los magnates más ricos de Polonia-Vilnius. El jardín francés fue creado en la última década del siglo XVII.
Radziwił fue coleccionista de pinturas de maestros europeos (holandeses, alemanes, italianos y españoles), así como retratos de celebridades de Polonia, libros manuscritos únicos (desde el siglo XVI), muebles polacos, ingleses y franceses y colecciones de arte decorativa (plata, porcelana, vidrio y textiles).
El palacio Radziwił fue construido en el siglo XVI y sobrevivió hasta el final del siglo XVII. Desde 1766 fue propiedad de Michal Kazimierz Ogiński, quien transformó el interior del palacio en estilo rococó. Actualmente es un palacio-museo abierto al público junto a sus extensos jardines, destino turístico para muchos polacos los fines de semana.
Un servidor atrapado en un tiempo rococó.
Tras esta visita, emprendimos de nuevo la marcha con el coche para hacer una última escala en la localidad de Olésnica, un enclave curioso y apacible, algo señorial y bien cuidado, presidido por uno de los muchos “castillos” y palacetes repartidos por la región. Dimos un breve paseo alrededor del castillo, los chicos se tomaron un tentempié en un bar , nosotros unas cervezas y de nuevo en ruta ya definitivamente hacia nuestro destino en Wroclaw.
Dato curioso que algunas autopistas tienen extensos tramos sin ninguna salida a las localidades de la zona, así como pocas gasolineras y que el límite de velocidad está en 140 km/h. Lo que sí hay son muchos apeaderos con W.C.
Cartel turístico en Olésnica con una ruta por los castillos y palacios de Polonia
Un grafiti en una de las fachadas de Olésnica.
Curiosa fachada de una casa en Olésnica
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