Byline Article - El poder de la perspectiva de género en programas de emprendimiento
by Raúl Martínez Tapia @raultapia
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Cuando estuve al frente de las Relaciones Públicas y Comunicación para Latinoamérica de BridgeforBillions, empresa enfocada en ofrecer programas de incubación para startups en primeras etapas, parte de mi trabajo era desarrollar artículos de interés o byline articles, que demostraran no solo el valor y diferenciador de sus programas, sino también llegar a aquellas audiencias desatendidas por el actual ecosistema de emprendimiento, entre ellas, las mujeres.
Este contenido tenía distintos objetivos como:
-Generar un ecosistema de emprendimiento más inclusivo y diverso.
-Llegar a la audiencia indicada demostrando que la empresa conoce el panorama actual y ofrece las soluciones y herramientas adecuadas para resolverlo
-Dar a conocer la metodología y etapas de los programas de incubación
-Posicionar a la empresa como referente dentro de su propia industria
-Posicionar a la empresa en un mercado nuevo como Centroamérica
-Ser un contenido Lead magnet que atrajera tráfico al sitio web oficial
Este tipo de artículos también se distinguen por incluir una investigación más profunda del tema que se habla, incluyendo datos duros como porcentajes y estadísticas locales respaldadas por fuentes de consulta verificadas y confiables, estas pueden ser estudios realizados por empresas de investigación, libros e incluso otros artículos de análisis.
Para dar a conocer estos contenidos, se pueden distribuir en distintos canales como prensa, redes sociales / profesionales, blogs, entre otros. En el caso de este proyecto, el canal que se eligió para su publicación fue directamente en el blog oficial de la empresa con el fin de compartirlo en LinkedIn que, gracias a un análisis interno y considerando los objetivos, llegaría de manera directa a estas mujeres emprendedoras.
Comparto un segmento del byline article y al final, podrás encontrar el enlace que te llevará al blog para dar lectura completa:
"El poder de la perspectiva de género en programas de emprendimiento: Incrementar el acceso de mujeres a la innovación en América Latina"
Por Raúl Martínez - Publicado el 26 abril, 2021
• Nos adentramos en la inclusión de la perspectiva de género en el ecosistema del emprendimiento en América Latina, identificando sus principales carencias y analizando de qué manera las organizaciones pueden aumentar el acceso de mujeres a los espacios de innovación.
She-cession, la recesión de las mujeres
Incluir una perspectiva de género tanto en el emprendimiento, como en todos los aspectos de nuestras vidas, no es solo un problema urgente a nivel moral y social, sino también un desafío económico crítico. Todos sabemos a estas alturas que, si solucionáramos el cien por ciento de los problemas de paridad de género, es decir, igualar la participación de mujeres y hombres en la fuerza laboral, su combinación de sectores y la combinación de trabajos de tiempo completo, podríamos ver un aumento global anual en el PIB del tamaño de China o incluso de los Estados Unidos.
No es sorprendente para nadie que a pesar de que las mujeres juegan un papel fundamental en la cadena de valor global, la pandemia de COVID-19 las afectó más. Esta crisis ha tenido un efecto regresivo en la igualdad de género y las mujeres tienen un 47% más de probabilidades de perder o renunciar a sus trabajos para asumir más responsabilidades domésticas y de cuidado de niños que los hombres. En promedio, en todo el mundo, las mujeres dedicaban 4 horas y 22 minutos al día de trabajo no remunerado, en comparación con solo 2 horas y 15 minutos para los hombres. COVID-19 abrió aún más esta brecha y ahora las mujeres pasan 15 horas adicionales en trabajo no remunerado cada semana, lo que reduce sustancialmente su participación en la fuerza laboral. A medida que más mujeres recurren al emprendimiento como su única opción para salir adelante en un mercado laboral hostil, debemos abordar la manera en la que reciben apoyo al emprender.
La estructura de un ecosistema de emprendimiento dominado por hombres
Al ver los efectos de la regresión directamente relacionados al emprendimiento, seguimos viendo el mismo patrón con mayores tasas de cierre en las pequeñas y medianas empresas dirigidas por mujeres. Esto se correlaciona con el hecho de que las mujeres tienen un tercio más de probabilidades de trabajar en un sector que fue cerrado durante el confinamiento o que tiene una menor productividad, como hospitalidad, belleza, arte y cultura, venta minorista o asistencia social.
Además de eso y a pesar de que Latinoamérica y el Caribe es la región con mayor porcentaje de emprendimientos femeninos, estadísticamente las empresas lideradas por mujeres reciben menos apoyo financiero, lo que las hace más propensas a sufrir un impacto económico y ser menos capaces de pivotar ante una crisis. Si y al momento de levantar una ronda de inversión, tienden a recaudar sumas de dinero más bajas de lo que reciben los hombres en cada etapa.
Tan solo el 1% de las mujeres emprendedoras en Latinoamérica tienen acceso a inversores ángeles, capital semilla y fondos de capital de riesgo, las tres fuentes principales de financiamiento que pueden permitir que sus ideas se conviertan en realidad. En contraste un 7% de hombres consiguen este tipo de capital.
Un ejemplo claro de esto es México, en donde los “simples” requisitos que el 89% de los fondos gubernamentales para apoyo a PyMEs y de fondos de inversión privada para el emprendimiento solicitan como: el acta constitutiva y registro legal de la empresa, o dejar como garantía algún inmueble o bien de alto valor para que cubra económicamente el monto del financiamiento, son una gran limitante, teniendo en cuenta que 60% de las mujeres emprendedoras en el país operan bajo la informalidad y que solo 3 de cada 10 mujeres de todo el país cuentan con una propiedad o bien de alto valor -derivado de la enorme brecha salarial-, el 70% de los emprendimientos liderados por mujeres son rechazadas para recibir estas rondas de financiamiento de capital de riesgo.
En el resto de los países de Latinoamérica la situación es bastante similar, la percepción de los inversionistas de Capital de Riesgo sobre las mujeres sigue siendo una barrera a pesar de que estudios demuestran que estadísticamente tienen una probabilidad de impago un 54% menor que los hombres.
La raíz del problema del acceso para mujeres fundadoras.
Otro ejemplo de esto es Chile, uno de los países con mayor tasa de emprendimiento femenino en Latinoamérica (38.6%), cifra que es alentadora con respecto a años anteriores y al resto de países en la región. Podríamos pensar que al ser uno de los mercados de mayor crecimiento para las mujeres los estímulos económicos tanto de gobierno, como de capital privado han ayudado a que esto suceda. Sin embargo, el limitado acceso a estos financiamientos de Capital de Riesgo sigue siendo un enorme reto para ellas, ya que, 60.5% de las emprendedoras han financiado sus empresas con recursos propios, ya sea con ahorros o incluso las liquidaciones que han recibido al momento de perder sus empleos durante la pandemia (Capital social).
Encontramos algo parecido en Ecuador, donde la participación de mujeres dentro del emprendimiento es apenas 4% menor en comparación con los emprendimientos creados por hombres, pero de acuerdo con la encuesta Global Entrepreneurship 2019, 64% de ellas no cuenta con los recursos financieros necesarios para hacer crecer su negocio y el 53% no puede financiar su negocio a largo plazo derivado de la falta de inversión a emprendimientos liderados por mujeres en este país.
Este es un fenómeno global, independientemente del país o de la situación socioeconómica y debe abordarse como tal.
No solo mujeres, sino un grupo diverso de mujeres
Cabe recalcar que la poca disponibilidad de fuentes de información sobre temas de emprendimiento con enfoque de género, es un reflejo de muchas situaciones a las cuales se deben enfrentar las mujeres emprendedoras, como la poca consideración de distintos grupos de mujeres y su participación dentro de las actividades productivas.
El panorama es aún peor si echamos un vistazo al tipo de apoyos de inversión dentro de la diversidad, donde tan solo el 10% de los fondos de inversión de impacto para todo Latinoamérica, apoya a empresas lideradas por mujeres y solo el 5% de las apoya a través de los fondos de capital según IFC World Bank Group.
Grupos específicos, como el de mujeres rurales que supera los 58 millones, representando el 9.72% de la población total de Latinoamérica, padece una doble marginación: por ser mujeres y por estar en zonas rurales. Más del 58% de las mujeres en zonas rurales en Latinoamérica trabaja por cuenta propia, principalmente en agricultura, ganadería y comercio, pero tan solo 20% de estas mujeres son propietarias de tierras, una limitante para adquirir créditos que ayuden a estas emprendedoras a invertir, hacer escalable su negocio y tener acceso a nuevas oportunidades económicas.
En los Estados Unidos, menos del 1% del financiamiento de capital de riesgo se ha destinado a fundadoras de raza negra y latinas, el porcentaje de financiamiento para mujeres rurales o indígenas, aún se desconoce, a pesar de haber distintas organizaciones en toda la región que han generado fondos de inversión para ellas.
El hecho de que las mujeres emprendedoras reciban menos acuerdos tiene mucho que ver con el tipo de inversores que las respaldan, generalmente el gobierno, las Family Offices o mediante crowdfunding, que generalmente invierten sumas más pequeñas que las empresas de capital de riesgo. Pero incluso cuando analizamos las inversiones de capital de riesgo a nivel mundial, solo el 6% del capital se destina a equipos dirigidos por mujeres.
La realidad es que las empresas lideradas por mujeres atraen más inversiones en etapas posteriores, una vez que tienen un historial de ingresos e impacto. La evidencia muestra que hay una mayor aversión al riesgo por parte de los inversores cuando de empresas dirigidas por mujeres se refiere, por lo que tratar de acceder a fondos en una etapa temprana como mujer fundadora es básicamente una misión imposible.
La brecha comienza con el Capital de Riesgo (Venture Capital)
Cuando analizamos el porcentaje de mujeres socias en Venture Capital (Capitales de Riesgo), sólo el 9% de los socios generales en las principales empresas de capital de riesgo de Estados Unidos son mujeres. Varía en todo el mundo con un alto 23% en San Francisco, 19% en Nueva York, mientras que encontramos un 1% de representación de mujeres en la Ciudad de México o un 2% en Berlín y Tel Aviv según el directorio Women in VC´s. El promedio a nivel mundial se encuentra en un bajo 10%.
De acuerdo con una investigación sobre el ecosistema de Capital de Riesgo de Estados Unidos, las empresas de inversión con mujeres socias tienen más del doble de probabilidades de invertir en empresas dirigidas por mujeres y más del triple de probabilidades de invertir en empresas con CEOs mujeres.
Esta es solo la punta del iceberg. Los desafíos que enfrenta el ecosistema de emprendimiento se replican en todos los países con inversión pública y privada y en todas las etapas del emprendimiento afectando a todas las mujeres, siendo los mayores desafíos la brecha de género en el Capital de Riesgo, el acceso al apoyo en áreas de mayor productividad de la innovación y el acceso a financiamiento en etapas iniciales.
No se trata de tener solamente una perspectiva de género en emprendimiento, sino de hacerlo con interseccionalidad. No se trata solamente de incluir a las mujeres dentro del ecosistema emprendedor, sino de incluir diversos grupos de mujeres de todo tipo de orígenes y realidades, no solo las que provienen de instituciones de educación superior de élite.
El hecho de que las startups respaldadas por Capital de Riesgo sigan siendo significativamente de hombres (89,3%), personas blancas (71,6%), con sede en Silicon Valley (35,3%) y educadas en alguna Universidad Ivy (13,7%) habla de la realidad que las mujeres fundadoras enfrentan cuando deciden perseguir el emprendimiento como una forma de ser financieramente independientes y una palanca de crecimiento para nuestras economías y sociedades.
En pocas palabras: una comunidad de emprendedores más equilibrada no aparece por arte de magia.
Fuentes de consulta disponibles dentro del enlace al artículo completo: https://www.bridgeforbillions.org/es/blog/el-poder-de-la-perspectiva-de-genero-en-programas-de-emprendimiento-incrementar-el-acceso-de-mujeres-a-la-innovacion-en-america-latina/

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