Amarillo Enfermedad
by andreailustra @andreailustra
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El amarillo se mece hacia el hierro, ferroso. El ocre, de concentraciones de óxido férrico. El amarillo de Nápoles, tóxico de antimonio de plomo, tóxico amarillo de cromo, tóxica locura de Van Gogh. El interior del cuerpo es amarillo, la sangre es amarilla también, el rojo es un espejo. Amarillo cirrótico, orina seca, orina de nueva mañana, opaca, espesa.
La imaginación se tiñe amarillenta cuando hay fiebre, y el sudor, y la silueta se colorea, también, de amarillo. El amarillo, palidez que anuncia un blanco total, unl blanco de muerte toda, que la predice, amarillo-adivino.
Amarillo que alerta, amarillo entre estados, amarillo intermitente de piel enferma o camino dibujado de precaria existencia en la calzada, mientras las franjas blancas definen el trazado en la carretera. Amarillo de pus.
El sol no es amarillo, el sol tiñe los párpados de puntos fugaces, rojos, verdes, blancos y negros, muy intensos siempre, naranja a veces, el sol no es amarillo, el oro no es amarillo, amarilla es la infección.
Amarillo verde, amarillo-supura-verde, amarillo-vómito.
Amarillo de diagnóstico hepático.
Amarillo vírico
amarillo vírico
amarillo vírico.
Amarillo lípido, grasa, glándula, lípido, axilas. Amarillo pálido, anémico. Amarillo viral, biliar amarillo. Amarillo intermedio, el limbo entero es amarillo, el suicidio es amarillo también. Amarillo de no, o de quizá, nunca afirmación amarilla. Erróneo amarillo, pigmento fósforo, amarillo tubérculo, amarillo con piel. Amarillo de ave americana, de nuevo mundo, de mapa a conocer, de duda que supura.
El triángulo de las bermudas es amarillo, y amarillos sus muertos húmedos encallados.
El cáncer amarillo, el quiste amarillo, la neumonía gris pardo (la neumonía lenta, gris-azul).
Amarillo que exuda.
Amarillo mediocre.
Amarillo caducidad.
(y menos mal, hay otros amarillos-giro)
Sigo sin saber nada.
Cuando supe la posibilidad del suicidio, desde que supe el color de bajo los cuadros en las paredes del hospital, desde entonces empecé a ver: amarillo.
Desde entonces me he obsesionado.
Me he obsesionado con el amarillo, obsesionado con el amarillo ceremonia, obsesión amarillo úrico, el amarillo biliar, el amarillo enfermedad, y no puedo quitarme el amarillo de la cabeza: en cambio parece un olor que consuma, la gente que sufre en amarillo.
Lo siento todo contagiado de amarillo, amarillo presagio. En el hospital hay señores amarillos que llevan gorras negras como abejas viejas en alerta por frío, y señoras amarillentas de da igual que grosor, y esqueletos color beis, color electrodoméstico sudado, color abandono con sus ojos enormes, enormes y neutros, tan hacia otro sitio.
Amarillos translúcidos y tan cárnicos, que anuncian.
La enfermedad acaso.
La enfermedad.
¿Acaso la enfermedad crónica es amarilla, y las eventuales, de un tiempo limitado, son enfermedades saturadas, formalmente amoratadas, moradas violetas, llenas de sangre y torrente, enfermedades más húmedas (de agua torrencial, con movimiento, no de agua estancada)?
Enfermedad crónica como gris, como falta de coloración, amarillo pálido, amarillo neutro a mirar de lejos, enfermedad de tonos neutros, en dirección hacia la nada.
Hacia la nada.
La enfermedad que pasa- intermitente- es intensa, es impacto e instante, es color o renovación de vida, como fiebre de niño que crece demasiado intenso, demasiado en ya.
1 comment
Julio Irrazabal
I almost got sick with this post
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