Magali Curbelo

Magali Curbelo

Castillos, Uruguay

Magali Curbelo

Podría empezar diciendo que me habitan multitudes, que soy tantas que no sé por donde comenzar. Que a veces soy una adulta responsable, independiente, profesional, me dedico a la docencia en filosofía. Segura de mi misma, por lo menos segura de lo que ya no quiero ser y/o habitar. He superado límites, económicos, sociales, clasista, raciales y de genero. Me guata verme, sentirme resiliente.
He dedicado mi tiempo y mi afecto a muchas cosas, en principio y a temprana edad fui ama de casa, Siendo la mayor de cuatro hermanes, y con padres disfuncionales, me tocó afrontar esa labor muy temprano, a los siete años, ya cocinaba, lavaba pañales de tela y cuidaba un niño de dos años y una niña de meses... A los trece años, cuando mis hermanes, que ya eran tres, estaban en la escuela, cuidaba otres niñes; vendía productos cosméticos y baritas de sahumerios para pagar mis materiales de estudio.
A mis quince años murió mi papá y ahí se abrió un portal. Primero porque me di cuenta que su alcoholismo era un gran mal, pero no el único que nos aquejaba. Segundo porque supe que no sólo lo odiaba, por todas las penurias que pasábamos por su alcoholismo, sino que también lo amaba y ya nunca iba a poder decírselo. Y tercero porque conocí con cada átomo de mi cuerpo el abismo de la muerte, la nada, el gran misterio. Con un duelo a cuestas, depresión sin diagnosticar, porque para les pobres no hay salud mental, y mucho consumo de drogas transcurrieron los años más difíciles de mi vida. Los superé, porque había tres criaturas pequeñas, hermosas, inocentes; que había que contener y cuidar.
Hasta los 20 años me dediqué a eso, a cuidar de mis hermanos y terminar el secundario.
Siento que a partir de ese momento comencé a vivir mi propia vida, es decir, a pensar en quién era, qué quería hacer de mi vida y buscar la forma de hacerlo. En el secundario había conocido la filosofía y me había enamorado, la pregunta por el por qué? La búsqueda de sentido, el fondo de las cuestiones. Si bien la mente humana, también me fascina y psicología era otra opción de estudios. Me decidí por la filosofía. Por la docencia en filosofía. Ya que sentía que el conocimiento me había salvado la vida, me había abierto puertas impensables para mi, quería compartirlo con otres, ofrecer herramientas de emancipación para más personas.
Para poder terminar los estudios trabajé mucho, de muchas cosas, en algunas ocasiones varias a la vez. Porque en la misma época que comencé mi formación terciaria, dejé el hogar familiar y me independice. De más está decir que nunca recibí ningún tipo de ayuda económica, nadie podía ayudarme, así que había que trabajar. Eso sí, lo más independientemente posible. Cociné durante mucho tiempo y ese fue mi caballito de batalla. Mientras tanto también cuidaba niñes, daba alguna clase particular, era moza en algunos bares, vendía seguros médicos, posaba como modelo en bellas artes, y un sinfín de trabajos pasajeros... Hasta que logré recibirme, Primer individuo con estudios terciarios en mi familia, por ambos lados. Todo un ,logro!
Así como me recibí, dejé la cuidad, me vine a vivir a la costa, a 260km de mi cuidad natal. A un pueblito de pescadores, sobre el océano Atlántico, con una densidad demográfica de cuatrocientas personas y un perfil bohemio. Aquí comenzó otra historia que continúo escribiendo desde hace 13 años...


Joined May 2018