Marisa Martínez Sagasta

Mis padres me pusieron Marisa pero el nombre con el que todos decidieron bautizarme es “Cuqui”.
Me considero una tipa sencilla.
No tengo nada de lo que presumir
pero mucho que contar.
Soy redactora creativa,
hija de zapateros,
observadora con tendencias hiperactivas,
1,61 miedos de altura,
54 kilos de inseguridades- a pesar de los años que llevo trabajando en esto,
más de 15 años de supervivencia en diferentes agencias,
de izquierdas- es lo que tiene ser zurda
muy celosa de lo mío,
muy simpática con los demás,
demasiado soñadora,
con alegrías sencillas: estrenar calcetines, encontrar asiento en el metro en hora punta, que el cliente me compre algo a la primera...