Esculpiendo el océano

A base de vidrio y hormigón este artista neozelandés esculpe la orografía terrestre y marítima.

Nacer y crecer en un país completamente rodeado de agua le ha servido a Ben Young como fuente de inspiración para aprender a esculpir el agua. Toda una vida dedicada a al surf y a la navegación han hecho del líquido elemento la principal musa de este neozelandés que, haciendo uso del cemento y el vidrio, es capaz de representar el océano y sus profundidades desde una perspectiva muy pocas veces vista.

El proceso de creación de las esculturas acuáticas de Ben Young comienza sobre el papel. El artista dibuja todos los planos y más tarde les da forman en tres dimensiones, tallando a mano cada una de las láminas de vidrio que componen sus océanos en miniatura. La "tierra" está compuesta de piezas de hormigón, cuyo color cenizo contrasta con la brillantez del azul del mar.

La luz juega también juega un papel importante en la percepción de las obras. Como un ente vivo, un verdadero océano que transforma el subsuelo marítimo y descubre nuevos pliegues y recovecos en función de cómo incida la iluminación en cada uno de sus rincones. El agua parece moverse a pesar de su calma, mientras los elementos de bronce, los únicos que parecen mostrar un atisbo de vida, permanecen inmutables.

Los materiales que Ben Young utiliza para tallar el océano contrastan con la naturaleza del proyecto.