Clásicos ilustrados: entrevista a Fernando Vicente

En esta exposición Fernando Vicente muestra algunas de las ilustraciones realizadas para acompañar grandes clásicos.

Comenzó a trabajar como ilustrador en plena movida madrileña, en los años 80, y desde entonces sólo se ha apartado de su profesión durante su etapa como director de arte en agencias de publicidad. Hoy en día y desde 1999, el ilustrador y pintor Fernando Vicente colabora asiduamente con el diario El País y sus suplementos (entre los que destaca Babelia), que le han permitido obtener el Award of Excellence de la Society for News Design hasta en tres ocasiones. Ha publicado más de media docena de libros con sus trabajos y sus ilustraciones acompañan los textos de gran cantidad de títulos ajenos.

Desde el pasado 2 de marzo y hasta el 20 de abril es posible visitar en Madrid la exposición 'Clásicos Ilustrados', en la que el autor muestra las ilustraciones basadas en clásicos literarios. Hemos hablado con él sobre la exposición y su trabajo como ilustrador editorial.

¿Qué vamos a encontrar en esta exposición?

En esta exposición vais a encontrar mis últimos 10 años de trabajo relativos a los libros ilustrados. Son 15 títulos, en este caso textos clásicos, porque no hemos puesto ningún autor contemporáneo.

¿Cómo decides las ilustraciones que tienes que hacer?

Cuando tengo que ilustrar un libro lo primero que hago, lógicamente, es leerlo. Siempre, mientras leo, voy tomando pequeñas notas al margen o marcando con post-it cuáles son las imágenes que me vienen a la cabeza. A veces es necesario una segunda lectura para centrar las imágenes que quieres ilustrar y luego hay que tener en cuenta que dentro del libro tiene que haber un ritmo. En un libro de 20 o 30 ilustraciones hay que valorar que no haya dos ilustraciones seguidas, que no haya un hueco muy grande entre dos ilustraciones, etc.

¿Cómo es tu proceso creativo?, ¿tienes un modus operandi a la hora de documentarte?

Después de esas pequeñas notas que tomó de las imágenes que me vienen a la cabeza, realizo unos bocetos mínimos, generalmente un garabato que centra un poco lo que va a ser después la ilustración. Con cada libro siempre hay un análisis de qué tipo de camino voy a tomar a la hora de hacer las ilustraciones, incluso a nivel cromático, para intentar distinguir unos libros de otros de repente un libro se puede hacer en collage o sencillamente ilustrándolo de manera más formal

También hay una parte del proceso que me gusta mucho que es la documentación, sobre todo si es un libro de época, pues procuro ver películas. Además, tenemos ahora la gran ventaja de Internet como fuente de documentación y que de lo que busques encuentras muchas alternativas.

¿Qué técnica sueles utilizar?

Todo lo pinto con acrílico sobre papel. Los acrílicos, por regla general salvo algunos colores, me los fabrico yo porque me gusta que tengan una cierta textura. Pinto de pie, en caballete; lo que me permite, con el mismo acrílico, poder pintar un cuadro o una ilustración para un libro; sólo tengo que cambiar el soporte.

¿Cuánto tiempo transcurre desde que te encargan un libro hasta que lo vemos en la librerías?

Estos últimos años estoy trabajando mucho y la verdad es que me gusta cumplir con todos. Estoy tardando en hacer un libro unos 3 meses, más o menos, y siempre en función del número de ilustraciones, más lo que se lleva la edición, en aproximadamente seis meses se puede terminar el proceso de hacer un libro

Poner imagen a la portada de un libro influye en la percepción que el lector tiene de la historia, ¿lo sientes como una responsabilidad sobre tus espaldas, o es algo que acuerdas con el editor?

Bueno, es una responsabilidad, pero no lo piensas y si te paras a pensarlo no trabajarías. Lo que ocurre muchas veces, y pasaba más hace unos años, es que las editoriales no quieren que, por ejemplo, en la portada desveles la cara del protagonista para no influenciar demasiado al lector. Yo no creo mucho en esto y sí me gusta ponerle cara a los protagonistas, de hecho, para hacer un libro ilustrado generalmente ya los dibujas dentro, osea, que les terminas poniendo cara.

¿Cuál es el libro más raro o curioso que has tenido que ilustrar?

Con la editorial Nórdica tengo dos o tres libros que, para mí, en principio fueron un encargo un poco raro. El primero de ellos es un libro de Goethe “El juego de las nubes”, que habla sobre la formación de las nubes y los tipos diferentes de nubes. Para abordar este libro me dijo el editor que dibujase nubes a distintas horas del día; a mí me parecía que podía quedar un poco como postales o calendario de imágenes, así que lo que hice fue relacionar cada una de las ilustraciones con uno de los títulos importantes en la bibliografía de Goethe, aunque las verdaderas protagonistas son las nubes que gravitan sobre los personajes.

Un segundo libro raro que he hecho con Nórdica es “Erik, el rojo”. Se trata de una saga vikinga con un texto que podría ser difícil; una saga contada durante generaciones pero que es muy bonito de ilustrar, porque cuenta las hazañas de estos vikingos que llegaron a Estados Unidos buscando sitios que conquistar.

Y el tercer título, también de Nórdica, sería “El manifiesto comunista” de Karl Marx y Friedrich Engels, que para mí fue un reto. Es un libro muy importante dentro del pensamiento del siglo XIX y cuando me lo encargó el editor yo le pregunté: ¿tú crees que, realmente, puede interesar este libro a la gente de ahora?. Y llevamos seis ediciones, con lo que se confirma que era una buena idea.

¿Tienes preferencias sobre algún género literario a la hora de trabajar portadas?

Si sólo va a hacer una portada a mí me gusta mucho la novela negra; creo que es donde se puede sacar más filo a la portada. Soy muy admirador de los grandes clásicos americanos del Pulpa y de la paper-back, que son los realmente creadores de este género.

Tu estilo está muy definido, pero todos tenemos influencias y referentes ¿cuáles dirías que son los tuyos?

A mí siempre me ha gustado la gran ilustración americana de los años 50 y 60; creo que es el hito más alto de la ilustración figurativa y a la vez muy moderno, donde se encuentran ilustradores como Norman Rockwell, N.C. Yeta, Dean Cornwell... Hay muchos nombres que conforman una pléyade de autores que trabajaban tanto para revistas como calendarios. A mí me gusta mucho el género pin-up y son estos ilustradores los mismos que ilustran las pin-ups, como portadas o ilustraciones para revistas.

Si pudieses elegir el título que quisieses ¿qué libro te gustaría ilustrar?

Siempre pensado que me gustaría ilustrar Moby Dick, de Herman Melville. Creo que hay grandes clásicos que apetece mucho ilustrar, pero también depende del momento editorial; en este momento conviven en el mercado un par de ediciones ilustradas del mismo y sería absurdo tratar de competir con ellas.

¿Crees que el libro electrónico está matando la ilustración editorial?

Yo creo que al contrario. Precisamente por la irrupción en el mercado del libro electrónico las editoriales han empezado a editar libros ilustrados para adultos. En principio era un hueco que había en el mercado, porque no existía ese producto; ahora ese libro ilustrado se convierte en un objeto, no sólo es un libro sino que además es un regalo, algo que la gente puede regalar y regalarse a sí mismo, una cualidad de la que el libro electrónico carece.

Hemos visto en tus redes sociales que te has animado a llevar a las tres dimensiones algunos personajes que has ilustrado, haciendo pequeñas esculturas. ¿Te divierte modelar los personajes que creas?

Si, la verdad es que, de cara a la exposición, me apetecía llevar algo nuevo y se me ocurrió hacer uno de algunos de sus personajes para una vitrina que hay a la entrada de la exposición. Pero siempre me ha gustado, es algo que me ayuda a relajarme.

¿Qué consejo le darías a alguien que quiera iniciarse en el mundo de la ilustración editorial?

Pues que, si realmente es lo que quiere hacer, que persevere en el empeño porque es una carrera de fondo. Yo llevo ya muchos años y es cierto que siempre surgen dificultades y tampoco es que esté muy bien pagado.

¿Algo más que quieras añadir?

Que me encanta Domestika, me parece un sitio al que acudir para buscar referencias y ver cosas que me refrescan la cabeza.

La exposición 'Clásicos Ilustrados', de Fernando Vicente podrá visitarse hasta el próximo 20 de abril en el Complejo Cultural "El Águila" (C/ Ramírez de Prado, 3. Madrid). Si quieres saber más sobre su autor y su manera de trabajar puedes hacerlo en su curso de Domestika: Cómo conquistar a una Pin Up.