Múltiples técnicas de ilustración dentro de un mágico mundo animado

Sarah Oh! es una artista autodidacta que mezcla gouache, acrílico, acuarela y dibujo a lápiz con la naturaleza, el surrealismo y la vida diaria para crear fascinantes animaciones

Estudiante coreana-estadounidense, Sarah tiene diecinueve años y aunque sigue aprendiendo diversas técnicas de ilustración en movimiento y creación de películas, su trabajo transmite mucha pasión y creatividad artística. Desde su niñez se ha interesado por el mundo de la animación, específicamente después de pasarse horas viendo Pingu -famosa animación de stop motion con plastilina-, adquiriendo un amor especial por la animación tradicional.

Conversamos con ella para saber más sobre su maravilloso mundo animado.

Animación cuadro por cuadro de manera autodidacta

Sarah creció dibujando e ilustrando historias en papel y lienzo, pero la quietud de sus obras no le satisfacía. En ese entonces, Sarah ya seguía a muchos animadores en las redes sociales, por lo que estaba maravillada con su trabajo, la forma en que giraban sus objetos y cómo se movían sus dibujos le fascinaba: "Era tan diferente de la ilustración convencional, cómo podían girar cosas, mover personajes y hasta ponerlos a bailar. Naturalmente, decidí probarlo yo misma".

Sobre cómo empezó a animar y se metió en ese mundo, Sarah nos cuenta que, en un inicio, aprendió manera autodidacta viendo tutoriales en Youtube. El primer paso fue aprender la animación básica, fotograma a fotograma en Adobe Photoshop antes de lanzarse con un software profesional, como Toonboom:

"Como era nueva con los programas digitales, decidí hacer cada fotograma de forma tradicional, todo a mano. Se veía mucho mejor así que dibujado en Adobe Photoshop, aunque creo que esa técnica de animación brinda las bases pero limita un poco. Desde entonces prefiero hacer muchas de mis animaciones tradicionalmente, agregando algunos elementos digitales para plasmar mi estilo."

La inspiración analógica

Su mayor influencia proviene de querer comenzar su carrera artística como ilustradora, por lo que incorpora cualidades ilustrativas en cada animación que realiza. Su amor por los medios tradicionales le ha seguido desde su transición, le encanta unir ambos mundos, el digital con lo tradicional y describe su estilo como "no convencional" con tintes surrealistas:

"Me encanta unir mundos diferentes que las personas no suelen asociar entre sí, principalmente con los animales. Siempre me han fascinado los depredadores y la dinámica con la presa en la naturaleza, esa batalla interminable entre dos grupos, esa idea de "grande" contra "pequeño". Diariamente me pregunto cómo puedo hacer que algo así de ordinario pueda ser emocionante".

El proceso creativo

Al preguntarle a Sarah Oh! sobre el proceso que sigue para realizar sus animaciones, nos contestó que siempre
empieza con las ideas, que suelen provenir de lo cotidiano y de lo ordinario, de ver muchos documentales sobre la naturaleza. A lo que añade: "Muchas personas me han preguntado si mis animaciones tienen rotoscopia, pero, aunque utilizo videos como referencia, nunca los calco directamente."

También nos comentó que le gusta tomarse la libertad de ser muy experimental y que le gusta variar la técnica según el proyecto: "He hecho animaciones con las que empecé dibujando con lápiz, otras veces con crayones, gouache o pintura acrílica. De ahí a que mucha gente tenga la idea errónea de que mi animación es siempre digital: esbozo todos mis cuadros (frames) a lápiz con una caja de luz para ayudarme a crear la secuencia, después los escaneo y los mando a Adobe Photoshop donde realizo pequeñas correcciones digitales."

Sarah Oh!

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