Old West Kafka: ¿qué pasaría si los personajes creados por Kafka y los personajes de su biografía habitaran un western?
von Cecilia Magaña Chávez @cecilia_magana
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La premisa de esta novela fue justamente esa: inspirada en la lectura de la novela Meridiano de Sangre, de Cormac McCarthy, que es un homenaje a Moby Dick llevada al género de vaqueros.

Desde tiempo atrás, tenía el pendiente de hacer un homenaje a Franz Kafka, particularmente, a La Metamorfosis, una novela corta que marcó mi adolescencia y releí varias veces como adulta. Originalmente, había pensado en hacer un cuento infantil con el protagonista, Gregorio Samsa. Tenía muchas notas para esta historia, pero no fue sino hasta que leí el libro de McCarthy que todo pareció tener sentido: tenía que ser una historia en la que Gregorio apareciera pero como un personaje secundario. Un hombre convertido en un escarabajo, pero no uno literalmente, sino como metáfora. En Old West Kafka, Gregorio Samsa es un escarabajo social: un traficante de opio que ha desaparecido.
Para iniciar la escritura de la novela, necesitaba a un protagonista. Kafka llamó a muchos de los suyos con solo una inicial: K. Así que este es el nombre que elegí para él. Un chico de apenas 18 años, hijo de la dueña de un prostíbulo que unos años atrás conoció a Gregorio y tiene un pendiente con él que lo lanza en su búsqueda.
Los protagonistas de un western suelen ser hombres curtidos o jóvenes que enfrentan, a través de su aventura y el enfrentamiento con un medio hostil, la pérdida de su inocencia. Mi K estaría en esta segunda categoría y, al estar inspirado en los muchos K escritos por Kafka, estaría condenado a que todas sus decisiones le llevaran a conflictos cada vez más absurdos, a una sociedad con reglas que él no alcanzaría a comprender jamás y finalmente, a un desenlace trágico.


K y Samsa no podían ser los únicos que habitaran esta historia. Para crear al reparto de personajes, releí otras obras de Kafka y me apropié de nombres y rasgos de personajes de El Castillo, El proceso y de varios de sus cuentos breves. Cuando de pronto se me ocurrió que el mismo Franz pudiera prestarle su nombre y su afán de escribir y quemar sus escritos a un personaje, surgió el cantinero con tuberculosis que atiende la cantina a la que llega K a preguntar por Gregorio Samsa.
Luego, tomé a otros personajes de la biografía de Franz: su mejor amigo, sus amantes, el esposo de una de ellas, el nombre de su padre y a partir de una investigación en sus diarios y cartas, los ficcioné y convertí en habitantes de un pueblo en Dakota del Norte, alrededor de 1880.



Pero el reparto tenía que enriquecerse con personajes y leyendas del viejo oeste: así que también consulté la historia de forajidos como Black Bart, un asaltante de trenes y diligencias que solía dejar poemas rimados como notas a la policía y Carrie Diamantes, una prostituta que cobraba con joyería y desapareció misteriosamente.
Investigando e imaginando este viejo oeste como un medio que no era más libre sino igual de opresivo y absurdo que los escenarios de las historias escritas por Kafka, hice este listado de personajes que se fue enriqueciendo poco a poco.

Pude realizar la escritura de esta novela gracias a la beca de Jóvenes Creadores del FONCA. Al concluir el año de apoyo, el primer capítulo de la novela se publicó en una antología junto con los proyectos de mis compañeros de generación.

Como todas las novelas que he escrito, llegar a verlas publicarlas toma tiempo. Old West Kafka fue editada por Paraíso Perdido cuatro años después de haberla terminado: la espera valió la pena.
Inspirada por otra de mis referencias al escribir la novela, la serie de HBO titulada Deadwood, hicimos estas imágenes con algunos de los diálogos de personajes de la historia para promocionar una de las presentaciones de la novela en la Librería José Luis Martínez, del Fondo de Cultura Económica.
Me entusiasman porque, de alguna forma, el representarles visualmente con estas fotos e incluir estas líneas que yo catalogaba de "diálogos matones", les hizo cobrar vida más allá de las páginas. La mayoría son escritos por mí, excepto el último, el del punto de no retorno, es una cita de Kafka.




Old West Kafka es uno de los proyectos que más he gozado realizar: aprendí, gracias a él, que la creación de personajes e historias está enraizada en personajes e historias que nos apasionan.
Tomar elementos de nuestras influencias y echar a andar nuestra capacidad de reinterpretación son dos elementos fundamentales en mi proceso creativo para el desarrollo de personajes.
Otro más es la investigación: indagar en libros, películas, documentales no solo sirve para crear contextos y personajes verosímiles, sino como otra forma de inspiración.
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